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Principales críticas de los partidos al proyecto gubernamental

A lo largo del debate -antes y después de la exposición del profesor Rae-, representantes de las distintas fuerzas políticas criticaron el anteproyecto de elecciones municipales, más en razón de las dimensiones de cada partido quede su posición en el abanico ideo lógico.Arturo Moya, de UCD, reconoció la autoría política de su partido sobre el proyecto, defendiendo su carácter democrático. Guillermo Galeote del PSOE, dijo que el proyecto es bastante imperfecto, pero de mejora casi imposible, salvo en lo que se refiere a la elección de los diputados provinciales.

Simón Sánchez Montero y Ramón Tamames (PCE) censuraron el sistema de elección de alcaldes, defendiendo su propuesta de que se haga en segundo grado por los concejales. Criticaron los impedimentos a la formación de coalicíones a nivel municipal, y el señor Tamames llegó a acusar de caciquismo las pretensiones de los autores del proyecto, mientras el señor Sánchez Montero dijo que todo sería mejorable si las dos fuerzas políticas mayoritarias estuvierande acuerdo en hacerlo.

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Carlos Argos (AP) protestó contra los correctivos de la proporcionalidad y el sistema de elección de alcaldes; Fernando Morán (PSP) consideró que el proyecto no tiene en cuenta lo que va a ser el marco constitucional ni las autonomías, calificándolo de proyecto jacobinista, «copia del modelo francés». Koldo Amezketa (PNV) aseveró que el proyecto está claramente hecho para restar el máximo de posibilidades a los partidos minoritarios; Maciá Alavedra (minoría catalana) expresó sus temores de que la frase de que vamos hacia el bipartidismo imperfecto «signifique que las imperfecciones somos nosotros». Dos extraparlamentarios hicieron también uso de la palabra (José María de Zavala, carlista, y Francisca Sauquillo, ORT) para poner de manifiesto la necesidad de que se respeten las minorías.

El problema de la elección de alcaldes provoca una clarísima división entre UCD y PSOE, de una parte, y todas las demás fuerzas, de otra. Las dos primeras son partidarias de que el alcalde sea el primer candidato del partido ganador; los demás quieren que la primera autoridad municipal sea elegida por los concejales. Representantes de UCD adujeron, para justificar su postura, que los sondeos de opinión han mostrado que el 70% de los españoles son partidarios de la elección directa del alcalde; a lo que otras personas replicaron que esto no es exactamente lo mismo cque considerar alcalde al primer concejal de la lista ganadora.

La posibilidad de que la elección se haga por barrios, en vez de por municipios, unificó las posturas de dos partidos ideológicamente tan distintos como Alianza Popular y la ORT. ¿No sería mejor -plantearon éstos-, en las grandes ciudades, que el distrito electoral fuera el barrio, en vez del municipio? El profesor Rae contestó que esto perjudicaría la proporcionalidad, aunque mejoraría el contacto humano entre electores y candidatos. El representante del PSOE acusó a los que planteaban la cuestión de «ir contra sus propios intereses», porque «si la división por distritos va a establecerla Martín Villa, conmigo que no cuenten».

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