Vuelven las banderillas de fuego
La propuesta de que se implanten de nuevo las banderillas de fuego triunfó plenamente en la sesión de ayer para la reforma del reglamento. La hizo el empresario Agustín García Calleja, y hay que destacarlo por lo que supone de preocupación por la promoción del espectáculo, en un sector que hasta ahora parecía estar sólo a sus intereses muy concretos. La vuelta a las banderillas de fuego, suprimidas en el reglamento de 1952, es antigua petición de los aficionados, porque son eficaces para el toro manso y las negras que hoy se usan no sirven para nada.Otros acuerdos fueron que matadores y subalternos puedan optar por el uso de las banderillas de setenta milímetros o las de sesenta; se deja a elección de los propios picadores que los caballos salgan con un ojo tapado o los dos, y se elevó la cuantía de las sanciones a quienes infrinjan diversas normas sobre el primer tercio.
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