Curiosa batalla "oriental"
El judo y las artes marciales o disciplinas asociadas, como se denominaba oficialmente la Federación Española correspondiente y se confirmó en la última asamblea- han hecho crisis. Se veía venir. La situación de los deportes orientales en nuestro país ha estado enrarecida demasiado tiempo y, como un globo inflado en exceso, ha acabado por explosionar. Lo que queda por explicar ahora es a quién alcanzarán las posibles esquirlas.El caso del judo español es la historia de un presidente trabajador, pero dictatorial: Antonio García de la Fuente. Gracias a su intensa labor, no exenta de vanidad, el arte marcial que fundó Jigoro Kano inició una escalada de aceptación impresionante en España. Incluso desbordó los límites deportivos y se convirtió en un caballo desbocado por los intereses económicos. Los gimnasios han sido uno de los mejores negocios surgidos como emanación de un deporte concreto en este país.
Sin embargo, precisamente por esos intereses personales y del judo, que han acabado lesionando incluso los de otras artes marciales, del kárate, sobre todo, ahora salen hasta trapos sucios a relucir. García de la Fuente, que ha acaparado con suma habilidad cargos internacionales, está en la picota con muchos enemigos, y el punto culminante de la historia es que se dispone a luchar contra ellos, más de la mitad de afiliados y el propio Consejo de Deportes, con un equipo avezado y de nombres conocidos, fiel, porque lo ha colmado antes de prebendas. Curiosa batalla la que se avecina -o ya en marcha- entre varios poderes establecidos.
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