Fraga: "La crisis de la unidad del Estado, el tema más serio"

La crisis de la unidad misma del Estado fue destacada como el tema más serio del momento presente por Manuel. Fraga Iribarne, líder de Alianza Popular, en una conferencia que pronunció ayer en el Club Siglo XXI sobre La crisis del Estado español.

El conferenciante analizó la historia del Estado nacional, nacido de la gran crisis tecnológica, cultural y económica que se produjo al final de la Edad Media, el cual, cinco siglos después de su aparición, se ha convertido en un modelo universal, aunque actualmente muestra señales de agotamiento. Su territorio, manifestó el señor Fraga, se ha quedado pequeño, frente al de las nuevas superpotencias; la revolución espacial de los transportes y las comunicaciones ha cambiado el alcance de las fronteras; la población, integrada por la idea nacional y de contrato social o constitucional, se ha visto crecientemente dividida por las tendencias particularistas, y la soberanía se ha visto minada por la internacionalización de las empresas multinacionales.En relación con la crisis general del Estado nacional, la que sufre el Estado español se ve agravada por una seria acumulación de problemas, que afectan a sus instituciones políticas. El conferenciante enumeró la debilitación de la pieza maestra del Estado tradicional, la Monarquía, el relajamiento de la unidad religiosa y moral de España y la crisis de la población española y de sus asentamientos. A ello hay que añadir la crisis de las relaciones familiares, la crisis del Derecho y de la función judicial, la crisis de las Administraciones públicas, la crisis del orden público y la crisis militar. Esta situación, precisó el señor Fraga, culmina en una crisis que afecta a la unidad misma del Estado.

Ante este estado de cosas el conferenciante estimó que «hay que rechazar lo mismo la tentación de mirar atrás, desde posiciones integristas, que la actitud progre que piensa que hay que cambiarlo todo a la vez».

El señor Fraga calificó la actitud que, a su juicio, hay que adoptar de a la vez conservadora y reformista, pues se trata de buscar, entre todos, «la recreación de una cultura política, aceptable para la mayoría; un sistema económico-social, a la vez eficiente y justo; un renovado vigor de la ley, y un respeto general de orden público; una operación constituyente flexible, que pueda soportar el peso de los años, coronando la reforma del Estado en una Monarquía actualizada, símbolo de todas las tendencias de unidad, cohesión, solidaridad y continuidad».

El líder de Alianza Popular concluyó afirmando que para lograr estos objetivos «todos debemos moderar nuestras aspiraciones inmediatas, ya que no podemos arreglarlo todo al mismo tiempo; y hay que establecer, por otra parte, prioridades, exigir prudencias y, de cuando en cuando, poner pies en pared».