Muerto a tiros un neofascista en Roma

La espiral de la violencia política sigue haciendo víctimas en Roma. Ayer por la mañana un miembro del partido neofascista (Movimiento Social Italiano), Angelo Pistolesi, de treinta años, fue muerto a tiros cuando, al volante de su coche, se disponía a dirigirse a su trabajo. Según testigos, un joven le disparó por la espalda desde un coche que huyó a toda velocidad.Pistolesi fue procesado en una ocasión por haber favorecido o encubierto al diputado de su partido Sandro Saccucci, todavía refugiado en el extranjero, acusado del homicidio del joven comunista Luigi da Rosa, cometido el 28 de mayo del año pasado, en las proximidades de Roma, durante un acto electoral.

Lucha enconada

Este es el quinto atentado que se registra desde el 23 de diciembre último. En la capital italiana la lucha y el odio político entre facciones de extrema derecha y extrema izquierda se han enconado hace tiempo. Los neofascistas, que tienen mayor peso parlamentario que la extrema izquierda, no se resignan a quedar, marginados del poder político, y su nacionalismo no tolera que poco a poco los comunistas vayan entrando en el área del poder.Entretanto, el jefe de la policía romana, Domenico Migliorini, de 58 años, don la perspectiva de llegar a ser vicejefe de todo el cuerpo en los próximos cinco años, se ha retirado antes de tiempo. Pertenecía al sector policial duro, y prohibía las manifestaciones políticas en la capital por propia iniciativa. No se sabe si lo han hecho chivo expiatorio de una situación política más compleja.

El nuevo jefe de policía, Emanuele de Francesco, permitió a los estudiantes manifestarse anteayer contra el fascismo y la violencia. La concentración pacífica no degeneró, como en otras ocasiones, en episodios de guerrilla urbana. Aunque el test sea por ahora limitado, se puede decir que el problema del orden público es ajeno al arreglo de cuentas a tiro limpio, que desde hace tiempo se da en la capital y en todo el país entre grupos de jóvenes, sin que se logre saber quiénes son los verdaderos inspiradores.