La base del PSC (Congrés) participará en el proceso de fusión con el PSOE

Con la elección de un consejo general muy modificado concluyó el domingo el segundo congreso del Partit Socialista de Catalunya (Congrés) (PSC-C), cuya segunda fase se caracterizó por un sorprendente e inesperado pacto entre la tendencia ugetista y la partidaria de la pervivencia de los Frentes de Lucha del propio partido. El pacto va en detrimento de la tendencia catalanista, la cual, por su parte, consiguió que el congreso se pronunciara en favor de una participación de la base del partido en el proceso de fusión con el PSOE, con lo que este proceso puede retrasarse.

Pese a existir acuerdos secretos del secretariado general saliente en el sentido de evitar polémicas congresuales que involucraran directamente a los miembros de la dirección, el segundo congreso del PSC-C se caracterizó por la existencia de actitudes inesperadas que ponían en tela de juicio la coincidencia de los criterios de la dirección saliente en temas básicos.En la primera fase la sorpresa la constituyó la derrota con mayoría simple en comisión de la ponencia sobre la unidad con el PSOE, la cual no pudo ser asumida por la comisión de la ponencia por faltarle dos votos para la mayoría absoluta (véase EL PAIS de 13 de diciembre).

En la segunda fase la sorpresa provino de un pacto entre partidarios entusiastas de la UGT (los denominados ugetistas) y los favorables a los diversos Frentes de Lucha del propio partido.

Curiosamente, el pacto se produjo después de que en la primera fase ambas corrientes se hubiesen enfrentado duramente. Las víctimas de ese pacto, tratados como si fuesen un enemigo común, fueron los sectores catalanistas.

El problema surgió cuando de repente apareció la lista de candidatos al consejo general patrocinada conjuntamente con ugetistas (Eduardo Martín, Xavier Guitart, Juan Alamillo) y por partidarios de los Frentes de Lucha (Ignacio Urenda, Juan José Ferreiro, José María Vegara). Esta lista excluía a los principales dirigentes catalanistas.

La aparición de la lista unilateral de candidatos molestó proffindamente a Reventós, debido a que el secretariado general había tomado antes del congreso el acuerdo de que todos sus miembros defenderían la inclusión en el consejo general de los componentes del cretariado general saliente sin exclusión. Este acuerdo, pues, fue vulnerado.

Rápidamente los catalanistas sacaron su propia lista. Pero lo hicieron con precipitación, ya que, sin duda, la primera maniobra les había cogido por sorpresa. Probablemente, debido a estas precipitaciones, el consejo general electo contiene algunos contrasentidos inexplicables.

Así, por ejemplo, no forma parte del mismo el economista Andréu García de la Riba, quien hasta ahora era nada menos que representante del PSC-C en Madrid, cargo que le confería un papel clave en las negociaciones con la dirección central del PSOE. La razón de esta ausencia es la clara píoximidad de García de la Riba con el sector catalanista.

Anoche el PSC-C se encontraba ante la siguiente alternativa: recomponer su difícil equilibrio interno cuando mañana el consejo general elija al secretariado, o bien intentar la elección de un secretariado homogéneo que excluyera a las restantes tendencias.

Como balance genérico del congreso puede afirmarse que, en este momento ya nadie niega la necesidad del proceso de fusión con el PSOE, terna que pasa a un segundo plano para destacar preferenterinente la lucha por el poder

El resultado final sobre qué tendencia habrá resultado más favorecida no se podrá establecer hasta mañana en que el consejo general elegirá un secretariado general homogéneo, o bien de concentración.