El poder de la banca
El tirón alcista de los bancos está cristalizando en una reacción general muy respetable, aunque de duración imprevisible.Más que atribuirlo al Parlamento del presidente Suárez en televisión, que no aportó nada nuevo, este movimiento evidencia una cosa muy clara: la Bolsa es lo que la banca quiere, y no sólo porque ésta pueda aupar sus propios títulos, con todo el peso que tienen en el índice general, sino porque bien directamente (fondos y sociedades de cartera), bien indirecta mente (canalizando dinero de los cuentacorrentistas), apoye el resto de los sectores.
Ya desde los primeros corros, y a pesar de las fuertes alzas del día anterior, se notó un clima comprador, originado por la abundancia de órdenes «por lo mejor». Por eso desde los mismos corros eléctricos las subidas fueron importantes, operando muchas veces al máximo posible (5 %) e, incluso, hubo varios títulos (verbigracia: Vizcaya o Dragados) que no pudieron casar operación por falta de contrapartida.
Los bancos fueron el grupo con mayores ganancias individuales. Popular subía veintiún enteros, Central dieciséis, Bilbao trece, Banesto e Hispano, once, etcétera, y aún quedaba dinero para ellos. Entre los industriales, Urquijo, encabezaba la subida con mejora de diez puntos.
De los demás sectores anotaremos las plusvalías de los valores químicos (Ibys, Petróleos y Explosivos), de los siderometalúrgicos (Hornos), de algunas constructoras e inmobiliarias (Vacesa, Urbis, Eurobuilding), etcétera.
En resumen, gran sesión, con incidencia también muy positiva en el mercado de los cupones (verbigracia: Sevillana).
Al cierre, cuarenta valores con dinero y sólo once con papel.
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