Preocupación en Málaga por el posible plan de desmantelamiento de Intelhorce

Otros 3.000 trabajadores podrían pasar a engrosar la cifra de parados en Málaga si se lleva a cabo un plan de desmantelamiento de la empresa textil, Intelhorce. La noticia empezó a circular hace unos días por la fábrica y desde el primer momento los trabajadores decidieron oponerse completamente a cualquier plan encaminado a reducir el número de puestos de trabajo. El comité de empresa acordó encerrarse en una dependencia de la factoría y ha anunciado que mantendrá su postura hasta tanto no reciba una información convincente de la empresa.Fuentes laborales indican que el plan de desmantelamiento de Intelhorce empezó hace ya dos años. Desde entonces no se han producido nuevas admisiones de personal y consiguientemente la plantilla se ha ido reduciendo. En la sección de ropa-hogar, por ejemplo, de una plantilla original de 172 trabajadores sólo quedan en la actualidad treinta.

Las centrales sindicales UGT, USO, CCOO, CNT y CSUT han publicado un comunicado conjunto en el que muestran su «total repulsa ante la posibilidad de desmantelar la factoría malagueña de Intelhorce, y anuncian la movilización hasta sus últimas consecuencias de toda la clase obrera malagueña para que este hecho quede sin efecto».

Un portavoz de una de estas centrales ha explicado que el tema tiene numerosas aristas, ya que el plan de desmantelamiento se debe a extrañas maniobras empresariales del sector textil. La empresa propietaria de Intelhorce es catalana.

Plan de reducción de la jornada laboral semanal

Dentro del plan de desmantelamiento se asegura en fuentes bien informadas que es inminente la presentación, por parte de la empresa, de un expediente de reducción de la jornada laboral semanal, que quedaría limitada a dos días de trabajo en algunas de las secciones. La empresa justifica, al parecer, la necesidad de esta medida en el elevado volumen de stock existente.La crisis de Intelhorce tendría un efecto multiplicador de gran importancia, pues son muchas las pequeñas empresas textiles que trabajan para la referida firma. Si se confirmase el desmantelamiento de la factoría, el número de trabajadores afectados triplicaría fácilmente al de la plantilla de Intelhorce, según cálculos realizados por las centrales sindicales.

Ayer por la tarde se celebró en la fábrica una asamblea en la que se acordó nombrar una comisión -con participación del comité de empresa, de las cinco centrales sindicales y de un parlamento de cada uno de los partidos UCD, PSOE y PCE- que tratará de reunirse con el gobernador civil de la provincia para exponerle la grave situación existente y para conseguir su colaboración.