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Reportaje:

La gimnasia femenina actual necesita niñas como figuras

María Filatova, la gran triunfadora de la Copa del Mundo femenina, cuenta con sólo quince años de edad, mide 1,40 metros de estatura y pesa poco más de 35 kilogramos. Es el último ejemplo de las nuevas concepciones soviéticas de la gimnasia basadas sobre lasdificultades acrobáticas, en los distintos ejercicios. Justamente es el método que la URSS utiliza desde hace unos años contra la perfección de movimientos, menos arriesgados, pero más seguros y gráciles, de rumanas -con ejemplo excelso en Nadia Comaneci-o incluso de la República Democrática Alemana -último caso, Stefi Kraker, segunda en Oviedo.

Menos edad

Lo increíble es que los más arriesgados ejercicios son efectuados ya sin ningún reparo por auténticas niñas-gimnastas. Además de María Filatova, el caso de la checa Cerna -catorce años-, de la también soviética Saposhrtikova -quince- e incluso de Mukhina -campeona de Europa - a los dieciséis- son elocuentes. Verdaderamente han pasado los tiempos de Nelly Kim o Ludmila Tourischeva, cuyos triunfos sólo llegaron a lus dieciocho años de edad. La misma Nadia Comaneci, que nació el 12 de noviembre de 1961, y está, pues, a punto de cumplir los dieciséis años, se consagró y antes de Montreal, con catorce años y medio. Era otro estilo de gimnasia al de las soviéticas, sin los riesgos de su antecesora Olga Korbut, pero igualmente una niña. Su íntima amiga y gran gimnasta Teodora Ungureanu es justamente sólo un año mayor que ella.La riqueza soviética en cantidad de practicantes -produce también la calidad, pero el trabajo sobre las gimnastas efectuado cada vez a más temprana edad es la base. Se comienza en el jardín de infancia con la gimnasia respiratoria y se continúa con la deportiva, al mismo tiempo que se da a la atleta una educación musical que le será fundamental para, la coordinación de movimientos y para los ejercicios de suelo. Igualmente se inicia en la danza, fuente esencial para adquirir el equilibrio, la potencia de piernas, la flexibilidad o la expresión corporal. Entre los seis y los diez años se deben adquirir, según los nuevos métodos, las calidades físicas y síquicas que hace bien poco tiempo se retrasaban varios años en las gimnastas. No es extraño, por ello, que niñas desde los ocho años sean capaces ya de efectuar

movimientos arriesgados y asombrosos como verdaderas expertas.

A los veintiún años, como es el caso de Olga Korbut, que acaba de anunciar su retirada poco antes de los pasados Campeonatos de Europa de Praga, en mayo, ya se es vieja para «luchar» contra la

nueva ola. Nelli Kim, con diecinueve, quizá permanezca un tiempo todavía, pero marcha ya contra reloj hacia su fin. Médicamente no existen contraindicaciones frente a la iniciación temprana, pero...

Evolución

La gimnasia deportiva femenina ha sufrido una evolución evidente en la manera de enfocarla a lo largo del tiempo. De los ejercicios lentos, basados en el equilibrio y con paradas prolongadas, se pasó después al dominio del impulso, del movimiento aunque con seriedad, para terminar en nuestro tiempo con ésta "invasión" acrobática y de riesgo que muchos consideran más circense que gimnástica.Lo que distingue a la gimnasia de la mayor parte de los deportes por otro lado, es su carácter cambiante, incluso en los reglamentos. Este año, por ejemplo, el sistema de puntuación ha variado sustancialmente en dos campos. Ambos, justamente, propician esa decisión hacia el riesgo de muchas gimnastas actuales. Primero porque se valora éste como la originalidad y el virtuosismo, y segundo, porque las caldas, precisamente provocadas por él, sólo penalizan medio punto, en lugar de uno como antaño. Así, pues, las dificultades, que en otro tiempo sólo se veían en los ejercicios de suelo, ahora han pasado a los restantes aparatos: barra de equilibrios, paralelas asimétricas y salto de caballo. El peligro de la masculinización de la gimnasia

femenina que combate Rumania a la URSS lo contesta ésta con niñas prefabricadas.

Medicina y química

En efecto, el último problema planteado es el supuesto retraso del crecimiento de las gimnastas. Las nuevas técnicas requieren un tipo de atleta con poco peso y rapidez, justo lo que puede ofrecer una niña. Tratamientos hormonales pueden contribuir a mantener casi químicamente el «producto» en su mejor estado de rendimiento. El paso de la pubertad, de todas formas, es un grave contratiempo, y quizá ahíresida la única laguna de los «laboratorios» de atletas. En ese momento se escapa al control técnico y médico. Es el caso actual de Nadia Comaneci y, en un futuro no lejano, de toda esa pléyade de niñas «reprimidas» que hacen maravillas increíbles ahora mismo.

Médica o fisiológicamente no existen contraindicaciones para la iniciación temprana, pero moralmente no parece correcto esclavizar a niñas mánteniéndolas como vulgares «cobayas de lujo».

El deporte de alta competición tiene este gran riesgo. Ya no es el físico, sino el síquico de una represión dirigida por la ley implacable de conseguir medallas. El deporte, desde luego, como en el lado profesional, tampoco debe ser producto de alienación, no es eso. Nadie duda que los éxitos se logran a base de sacrificios, pero sin olvidar nunca el mens sana in corpore sano. Aunque cada día parezca más lejano su cumplimiento, a ello se debe mirar siempre porque ahí radica la grandeza del deporte.

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