Pocos resultados en el simposio de cooperación económica Europa-Suramérica

El primer Simposio America Latina-Europa sobre Cooperación Económica, que reunió en Montreux (Suiza), durante tres días, a ministros de Economía, ejecutivos de bancos y hombres de empresa de Latinoamérica con banqueros y empresarios europeos, finalizó sin que a su término pudieran apreciarse resultados concretos.

Según algunos observadores, difícilmente los Gobiernos latinoamericanos podían lograr en estos momentos avances en materia de cooperación económica con Europa, dada la tendencia proteccionista que se registra en el comercio internacional, proveniente especialmente de los países de la Comunidad Económica Europea.La exportación de materias primas de América Latina hacia Europa, que continúa siendo el fuerte de dichas exportaciones (85% de los productos exportados), descendió de un 7,4% en 1955 a 3,1 % en 1975. A esto se suma el hecho de que por años la balanza comercial América Latina-Europa ha sido favorable a América Latina, en términos que resultará difícil de superar para los países de este último continente.

Ante esta realidad surgió el interrogante de cuál fue el verdadero objetivo de este simposio, sin descartarse la teoría que más que todo se trató de un encuentro «forzado y manipulado» por los Gobiernos dictatoriales, mayoritarios en América Latina, como una manera de mejorar la imagen de esos regímenes, cotidianamente denunciados en el mundo por las abiertas violaciones a los derechos humanos, como es el caso de Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Nicaragua, Brasil y otros.

La prensa helvética, que no emitió opiniones comprometidas, reflejó, sin embargo, durante los días que duró el simposio, el malestar reinante en sectores de la opinión pública de este país, expresado en conferencias de prensa y manifestaciones callejeras, en las que se denunciaba a los Gobiernos dictatoriales de América Latina. Estas denuncias, recogidas por una gran parte de la prensa europea que circula en Suiza, aumentó más aún el ambiente de incertidumbre en que se desarrolló este diálogo con presencia de ministros, empresarios y banqueros latinoamericanos.

Fue notorio el sentido competitivo con que llegaron los latinoamericanos a Montreux, fenómeno extremadamente agudo en los casos de Argentina y Brasil, países tradicionalmente en disputa por un liderazgo industrial y político en el cono sur de Latinoamérica.

Este simposio sigue al celebrado hace ahora un año con participación de árabes y europeos con objeto de intensificar la cooperación económica entre ambas áreas.

En esa ocasión, con presencia de más de mil participantes, los resultados se manifestaron más importantes. Los europeos tenían gran interés en mantener contactos bilaterales con los hombres de negocios árabes, sin americanos ni japoneses de por medio. Los contactos conseguidos, en opinión de los participantes, fueron satisfactorios.