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Reportaje:

Un año de libertad sindical en el campo

Para mayor claridad se distinguen tres grandes grupos de organizaciones: las de tipo general, las sectoriales o de rama de actividad y las de jornaleros o trabajadores por cuenta ajena. En cada uno de estos grupos se distingue las de ámbito nacional, regional y local.ORGANIZACIONES DE CARACTER GENERAL

A nivel nacional -lo que no quiere decir que tengan implantación en todas las regiones y nacionalidades- existen cuatro organizaciones: Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos, Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos del Estado Español, Asociación Regionalista Agraria y Centro Nacional de Jóvenes Agricultores.

Para entender la situación actual de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos es necesario remontarse al año 1976, cuando empieza ya a vislumbrarse la regulación de la libertad sindical y ciertos sectores del verticalismo, con Mombiedro a la cabeza, intentan crear la Confederación de Organizaciones Profesionales de Agricultores. Este intento fracasa y va languideciendo conforme se consolidan las tesis de liquidación del vertical. El declive del primer intento nos sitúa ya en 1977, cuando empiezan a surgir las Asociacicines Provinciales de Agricultores y Ganaderos. Estas Asociaciones parten de postulados conservadores, pero no son totalmente homogéneas, por lo que a lo largo de su reciente historia han surgido diferencias importantes, tanto a nivel de ideología política como de concepción sindical. Las dos tendencias más generalizadas que se pueden observar en las distintas Asociaciones son las siguientes:

- Asociaciones impulsadas por grandes agricultores dirigentes de las antiguas Uniones de Empresarios de las Cámaras Sindicales Agrarias. Estas Asociaciones surgen con la idea de promover una organización empresarial con carácter de patronal pura, rechazando cualquier reminiscencia del sindicato vertical, en el que estaban juntos los empresarios y obreros. Con estas características no es de extrañar que las primeras y más fuertes Asociaciones de esta tendencia aparecieran en Extremadura y Andalucía (Córdoba y Cádiz especialmente).

- Asociaciones patrocinadas por presidentes de las Cámaras Sindicales Agrarias o por personas muy implicadas en el vertical. La concepción de estas Asociaciones es más regresiva y en el fondo pretendían dar continuidad al corporativismo. Estos intentos no han sido ajenos a personas vinculadas a Alianza Popular. .

A medida que el tiempo transcurre la primera tendencia gana terreno, a lo cual colabora el hecho de que destacados dirigentes que en un principio estaban con Alianza Popular hayan acabado dando su apoyo a UCD y modificando su concepción sindical hacia, un terreno más progresivo.'

De estos intentos asociativos ha surgido la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos, lo cual no impide que algunos empresarios agrarios hayan promocionado asociaciones independientes y organizaciones sectoriales o de rama que no se integran en dicha Confederación, sino directamente en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CE0E), la primera, gran patronal creado este año por confluencia, de varias iniciativas.

Ante esta situación, y consecuentemente con la tendencia pura patronal que se va imponiendo en las asociaciones, la Confederación de Agricultores y Ganaderos pidió también la integración en la CEOE, para lo cual ha contado con el apoyo del conde de Montarco (vicepresidente de la CEOE), que, a su vez, asumió la vicepresidencia de la Confederacion de Agricultores. Esta integración probablemente traerá consigo la eliminación de las tendencias más apegadas al antiguo verticalismo que todavía subsisten en algunas Asociaciones.

Los dirigentes de las Asociaciones suelen ser medianos o grandes agricultores, aunque afilian también a pequeños agricultores, especialmente en Castilla y, en menor medida, en Extremadura y Andalucía. Las reivindicaciones de la Confederación son fundamentalmente de tipo profesional.

El funcionamiento de la Confederación se basa fundamentalmente en las decisiones tomadas por sus dirigentes y en las que la participación de la base es pequeña. En la práctica sindical de las Asociaciones no suelen ser frecuentes las asambleas de agricultores.

Por último, en un intento de evaluar la importancia y representatividad de la Confederación, puede decirse que tiene una fuerte implantación en Andalucía (especialmente en la occidental) y una implantación mediana en Castilla y Extremadura. En el resto del país las Asociaciones tienen muy poca fuerza o incluso son inexistentes.

La Coordinadora de Organizaciones de A griculíores y Ganaderos del Estado Español está constituida por una serie de organizaciones (Uniones de Agricultores y Ganaderos o Uniones Campesinas), que en su mayoría han surgido a partir de las importantes guerras agrícolas que se desarrollaron en el campo a partir de finales de la década de los sesenta, al margen del sindicato vertical y como contraposición a la ineficacia de éste para defender los intereses de los campesinos. Los líderes que surgieron esporitáneamente en estos conflictos y que encabezaron los movimientos campesinos de los años setenta son pequeños y medianos agricultores afectados de lleno por la crisis de la sociedad rural y en la actualidad son las personas más significadas de las Uniones; las primeras organizaciones se crearon en 1973, y las más recientes, en 1976.

La Coordinadora se constituyó a finales de 1976 por iniciativa de las Uniones con mayor implantación y como respuesta a las necesidades de colaboración a nivel del Estado aunque con un alto grado de autonomía para cada Unión.

Las Uniones de Agricultores y Ganaderos se autodefinen corro sindicatos democráticos unitarios e independientes y sólo pueden pertenecer a ellas los que trabajan física y directamente la tierra. Por tanto, aunque, no puede hablarse propiamente de las Uniones como sindicatos de clase, el hecho de el ¡minar la participación de los grandes agricultores que basan su explotación en la utilización de asalariados, representa una clarificación que evita el riesgo de un cieno corporativismo y consigue coherencia y homogeneización de intereses.

La tabla reivindicativa de la Coordinadora no sólo incluye la necesidad de precios remuneradores, sino que también trata aspectos como la seguridad social agraria, seguro contra catástrofes, calidad de vida en los pueblos, reorganización y democratización de la Administración y otras medidas a medio plazo como la planificación de cultivos, reforma del crédito agrario, reestructuración del sector, cooperativismo, etcétera. Lo que ocurre es que ha sido tan grande el deterioro relativo de los precios agrarios en los últimos años que éste, como los demás sindicatos, considera prioritario ese tema.

El funcionamiento de la Coordinadora se basa en el principio de la democracia y participación directa a partir de las asambleas locales comarcales y de ámbito superior donde se discuten los problemas y se toman las decisiones, eligiéndose, además, a los representantes. Respecto a la ideología, puede hablarse de organizaciones democráticas y progresistas con participación de las fuerzas políticas de izquierda más importantes, aunque también existe apoyo de sectores de centro izquierda. La proporción de militantes políticos es reducida, lo cual está ligado a la historia de los movimientos campesinos de este país, que se han realizado con un grado de espontaneidad elevado; como antes se explicaba, la mayoría de los líderes son independientes y han surgido a raíz de los principales conflictos. Todo ello configura unos sindicatos que a nivel ideológico y político deben considerarse de forma específica y sin paralelismos con los sindicatos obreros. Las Uniones, aunque no pueden considerarse en general como apolíticas y meramente profesionales, no pueden ser tratadas como sindicato politizado en una corriente concreta Y mucho menos correa, de transmisión de algún partido político. Como es lógico, en este tema existen diferencias entre unas Uniones y otras.

Su implantación no es uniforme en todas las regiones. En el valle del Ebro, León, Cataluña y País Valencia,no es importante; en la cornisa cantábrica es mediana, excepto en Galicia, donde la fuerza es pequeña. La influencia de las Uniones de-Castilla no es importante, excepto en Valladolid, Burgos y Zamora. En Extremadura la implantación es débil, exceptuando los colonos del Plan Badajoz, y en Andalucía es muy escasa, exceptuando Córdoba y Sevilla, en donde existe una considerable influencia.

La Asociación Regionalista Agraria (A RA) surgió en 1975 y sus promotores principales son ex altos funcionarios de la Administración agraria, con explotaciones agrarias de tipo medio o grande. El representante más destacado es Alberto Ballarín, ex presidente del IRYDA, notario, agricultor y senador de UCD por Huesca.

Antes de ser asociación se presentó como partido agrario, con un programa de corte populista destinado fundamentalmente al pequeño y mediano agricultor.

Hasta el presente su implanta ción es escasa y no ha conseguido atraerse sectores importantes del pequeño campesinado. Tiene cier ta presencia en Aragón y Castilla.

El Centro Nacional de Jóvenes Agricultores (CIVJA) ha intentado, sin éxito, trasladar a España la importante experiencia de la organización francesa del mismo nombre. El principal impulsor de esta asociación es el ingeniero Sanz Pastor. En un principio la experiencia empezó ligada a la Confederación inicialmente propugnada por Mobiedro, pero más tarde, en 1976, se desvinculó para formar una asociación independiente. Las mayores dificultades de esta asociación provienen de la falta de clarificación de contenido, campo de acción y objetivos específicos, ya que los jóvenes agricultores se integran normalmente en las organizaciones de tipo general.

Los Jóvenes Agricultores no se extienden por provincias o regiones sino a través de núcleos comarcales (centros). Así, por ejemplo, existe el centro de Cervera (Lérida), pero en el resto de Cataluña su influencia es prácticamente inexistente. También hay otros centros en Murcia y en Almería (Adra y Roquetas). En general, se trata de núcleos aislados y con poca incidencia geográfica.

En los ámbitos regional y provincial existen, por un lado, las Asociaciones Provinciales de Agricultores y Ganaderos (las provincias castellanas están confederadas en la Confederación de Asociaciones de la Cuenca del Duero) y las Uniones que están organizadas a nivel de región o nacionalidad. Aparte de estas organizaciones integradas a nivel nacional en la Confederación (Asociaciones) y en la Coordinadora (Uniones), existen otras regionales o provinciales, que no están vinculadas a ninguna organización a escala nacional.

Entre estas organizaciones independientes están el Sindicato Independiente de León (con influencia de UCD), Sindicato Agrícola Democrático Asturiano (SADA), Asociación Independiente de Agricultores y Ganaderos de Santander (AIGAS), Sindicato Democrático de Ganaderos Montañeses (con influencia del partido socialdemócrata PSD), Sindicato Agrícola Catalán (SAC, impulsado por algún sector democratacristino de Cataluña) y Pagesía de Catalunya. El futuro de estas asociaciones es muy incierto si no se llegan a integrar en alguna de las organizaciones a nivel nacional. La mayor parte de estas organizaciones no son ajenas a iniciativas de grupos políticos de centro o democracia cristiana, aunque mantienen un claro criterio de asociación profesional y no política.

Merece especial atención el caso de Galicia, donde la dispersión del habitat rural y las divergencias ideológicas, especialmente en la izquierda, hace que el grado de fraccionamiento sindical sea extremado. Las organizaciones existentes en Galicia son: Asociaciones (integradas en la Confederación), Confederación de Sociedades Agrarias (antiguas Comisiones Campesinas con influencia del Partido Comunista Galego), Sindicato Independiente Labrego Galego (independiente y con cierta influencia en Lugo), Sindicato de Agricultores Galego (tiene importancia en alguna comarca de Orense), Comisiones Labregas (escisión Fouce), con influencia de Unión do Povo Galego; Comisiones Labregas (escisión Terra), con influencia del Partido Socialista Gallego, y otras.

Por último, existen organizaciones a nivel local con muy poca importancia, ya que son iniciativas que no trascienden más allá de algunos pueblos. Entre otras, pueden mencionarse:

Acción Agraria (Jaén), en la que participan destacados personajes de los sectores más reaccionarios del sindicalismo vertical, como Dionisio Martín Sanz o Domingo Solís; Manchega Agropecuaria, Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo, Asociación local de Agricultores y Ganaderos de Villena, y otras. Es necesario advertir que la situación de estas organizaciones locales cambia á menudo, ya que mucha desaparecen y surgen otras. El hecho de haberlas citado se ha de intender a título anecdótico y como síntoma de las posibilidades de dispersión y confusión en el panorama sindical agrario.

ORGANIZACIONES SECTORALES O DE RAMA

Unión Española del Olivar. Integrada en la CEOE. Es quizá el sindicato sectorial con mayor peso, como se ha demostrado en el reciente conflicto del olivar. Sus dirigentes son medianos y grandes agricultores, aunque también participan pequeños olivareros.

Asociación de Ganaderos del Reino (integrada en la CEOE), Asociación Nacional de Cultivadores del AIgodón, Asociación Nacional de Productores de Pollos, Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino, Asociación Nacional de Cultivadores de Champiñón.

La importancia de estos sindicatos nacionales de rama es muy desigual; junto a la Unión del Olivar, con cierta fuerza, está el Sindicato de Cultivadores del Algodón, con una implantación reducida.

Estos sindicatos de sector suelen basarse en producciones que tienen un proceso de industrialización posterior (aceite, algodón, etcétera) o en sectores en los que la producción y posterior elaboración y distribución están integrados, como en el caso de los productores de pollos o porcino. Son asociaciones empresariales cuasi industriales, con intereses económicos importantes.

Es interesante destacar que el origen de estos sindicatos sectoriales suele estar en los extinguidos sindicatos verticales de rama (Sindicato Vertical del Olivo,Sindicato de Ganadería, etcétera). Es, por tanto, probable que proliferen en el futuro y que grandes agricultores de determinado sector, junto con empresarios del antiguo sindicato vertical correspondiente, organicen las organizaciones sectoriales. Una experiencia en marcha es la reconversión de los antiguos grupos remolacheros del Sindicato del Azúcar en una asociación de cultivadores de remolacha.

A nivel local, las asociaciones de sector suelen tener una escasa incidencia, y normalmente surgen como respuestas a problemas muy concretos y locales en los que predomina una determinada producción. Un ejemplo es la Asociación de Viticultores del Penedés, que está potenciada por viticultores que al mismo tiempo tienen intereses en el sector de producción y comercialización de vinos con esta denominación de origen.

Otros ejemplos son Asociación Provincial de Ganaderos de Vacuno de Leche de Huesca, Asociación Provincial Horto-Frutícola de Tarragona, Asociación Profesional Horto-Frutícola de Murcia etcétera.

ORGANIZACIONES DE OBREROS POR CUENTA AJENA

Aunque en un principio la participación de obreros agrícolas en las organizaciones sindicales de agricultores era un elemento más de confusión en el panorama sindical agrario, posteriormente se han ido clarificando las posiciones en lo que respecta a este tema y hoy en día prácticamente todas las organizaciones reconocen la necesidad de que existan sindicatos distintos para obreros agrícolas (fijos o eventuales) y para agricultores autónomos. Las razones que permiten esta clasificación radican en que los intereses de ambos grupos sociales son muy distintos y los objetivos de los dos tipos de organización están netamente diferenciados, si bien puede existir un cierto interés común respecto a la problemática general del sector.

En cuanto a las organizaciones existentes, todas a nivel nacional, puede decirse que en la agricultura se reproduce a grandes rasgos el esquema sindical del resto de los sectores económicos; es decir, las grandes centrales tienen sus respectivas secciones donde se organizan los obreros agrícolas. Así, tenemos las Comisiones Obreras del Campo (integradas en CCOO), el Sindicato de Obreros del Campo (SOC) (englobado en la CSUT) y la Federación de Trabajadores de la Tierra (integrada en la UGT). Esta última intentó afiliar a pequeños agricultores por cuenta propia en algunas zonas, aunque de forma aislada, sin criterios claros y con poca repercusión. Situada claramente a la derecha se halla la Federación de Trabajadores del Campo (FTC), encabezada por el señor Lample Operé, eterno representante social en el sindicalismo vertical.

Por último, diremos que las organizaciones de obreros agrícolas afilian principalmente a jornaleros eventuales de Andalucía, aunque ya se van extendiendo a Extremadura, Castilla y País Valenciano.

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