Réplica al ministro Garrigues
Acabo de leer las afirmaciones de ministro señor Garrigues relativa a los aumentos salariales, que no pueden seguir creciendo al ritmo de los últimos años. Imagino que como político «liberal» ha soltado la frase sin estar enterado de dicho crecimiento salarial en todos los sectores, y a lo peor ni sabe cuánto ganan los contratados de su propio ministerio.Ya sé que una golondrina no hace verano, pero somos muchas las golondrinas que anidamos bajo el techo de la Administración pública como «contratados» y como el ministro hace una afirmación general, sin admitir excepciones, es normal que las excepciones, que a lo mejor (para la Administración) y a lo peor (para nosotros) somos varios millares, pongamos un grito en el cielo ante tan oligárquica declaración.
Para que no diga las mismas inexactitudes que el ínclito Villar Mir, aquí tiene delante de sus ojos el enorme crecimiento salarial mío en la Administración pública: en el período 1973-77, el crecimiento del nivel de vida alcanzó el 83%, mientras que el crecimiento de mi salario fue del 11%.
Tremendo crecimiento negativo de mi poder adquisitivo: ¡-72%! Y, además, sin cobrar varios trienios, con pagas «extra» raquíticas y firmando contratos mensuales con cláusulas tan leoninas como ésta: «Este contrato no genera derecho laboral alguno». ¿Tiene el ministro Garrigues algún asesor laboralista que le pueda explicar la «liberalidad» de esta cláusula?
Afirma en sus declaraciones que «el equipo del Gobierno tiene un gran prestigio técnico y político» pero veo que se ha quedado atrás un adjetivo clave: ¡social! ¡Prestigio social!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.