Trabajadores ciegos, en huelga
Continúan los conflictos de índole social protagonizados por los invidentes de la Organización Nacional de Ciegos Españoles. Ahora es un grupo de 35 o cuarenta ciegos el que permanece desde el miércoles en actitud de huelga en el centro de formación profesional.El motivo, según aducen, son las malas condiciones,de aprendizaje y trabajo en que se desarrolla su labor. Protestan también la nula eficacia de este aprendizaje de oficios, si luego no se arbitran medidas que les aseguren el puesto de trabajo. El porcentaje de ciegos que ha conseguido trabajo es mínimo. La solución adoptada normalmente es que aquellos que no encuentran colocación se quedan en el mismo centro de formación y cobran un sueldo por sus productos. El inconveniente que presenta este sistema es que así se bloquea el acceso a nuevos jóvenes invidentes, al no renovarse las plazas libres.
Además, quedarse en el centro supone seguir recluido en su mundo, cuando lo que desean es incorporarse al ambiente normal del mundo del trabajo.
En concreto, lo que ha originado la huelga ha sido la falta de un acondicionador de aire en las naves, que tienen techo de uralita, por lo que el calor se concentra y ha llegado a sobrepasar los cuarenta grados, según sus apreciaciones. Todas las quejas formuladas en el verano no han merecido la atención de los directivos. El pasado martes un invidente fue golpeado por un ladrillo que le cayó encima, sin que recibiera asistencia médica adecuada.
Desde el miércoles, los asistentes al centro acuden a la hora de entrada y adoptan a continuación la actitud de brazos caídos. Se ha solidarizado con ellos el Sindicato Autónomo de Trabajadores Ciegos, constituido hace algunas semanas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.