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Baloncesto

Balance optimista de la selección de cara al europeo

El torneo que días pasados se ha disputado en Zaragoza, y el posterior segundo encuentro con la URSS, ha supuesto para la selección española una auténtica prueba de fuego, a poco más de diez días del comienzo del Campeonato de Europa en Bélgica.Lo de menos han sido las dos derrotas con la potente URSS o las victorias ante Cuba y Francia. Lo importante es que el conjunto nacional español se encuentra en condiciones favorables para afrontar el difícil compromiso que le espera en Ostende, primero, y en Lieja más tarde.

Antonio Díaz Miguel ha conseguido conjuntar a sus hombres de tal forma que constituyen un auténtico bloque, con una serie de sistemas muy bien aprendidos en la teoría y que a la hora de ponerlos en práctica todos conocen su misión a desarrollar a la perfección. Por otro lado, lo que ha sido durante algún tiempo el caballo de batalla, que las sustituciones no estaban garantizadas, se ha solucionado. Ahora la selección dispone de una decena de hombres que pueden cumplir dignamente en el momento que sean precisos. Por todo esto, aunque los soviéticos de Gomelski triunfaron y convencieron pasaron sus apuros, sobre todo el primer día.

En el plano individual la selección se muestra fuerte, pues se notan las sesiones de preparación física a que se han visto sometidos. En cuanto a juego también se puede afirmar que se está en el buen camino.

En los partidos de preparación, los bases han cumplido a la perfección, y tanto Cabrera como Corbalán se han relevado en el sitio sin que la dirección del equipo se resintiera. Fernández, Margall, Gonzalo Sagi-Vela y Flores forman un cuarteto que garantiza las anotaciones a media distancia e incluso desdoblan su labor, cuando es necesario, para hacer de «escolta» del base o para luchar en el rebote. Brabender es, sin duda, el hombre que completa el quinteto y que no ha podido actuar en los encuentros de preparación por una inoportuna lesión. Entre los hombres altos, Prada no ha sido muy utilizado. Santillana y Filbá no empezaron demasiado acertados, pero parece que se van entonando, sobre todo el primero de ellos. Deben luchar más los dos, sobre todo en los rebotes. De la Cruz ha demostrado ganas y puede resultar interesante su concurso en determinados encuentros. Queda por último Rafael Rullán, que se ha constituido en el auténtico sostén de la selección, el mejor jugador español.

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