Tarradellas impone su voluntad a los parlamentarios catalanes
Por diez votos a favor, cuatro en contra y cuatro abstenciones, la comisión permanente de la Asamblea de Parlamentarios catalanes acordó ayer que todos los partidos con representación parlamentaria visiten hoy en Paris al presidente del la Generalitat Josep Tarradellas, tal y como este último había solicitado. Ello constituye una clara victoria de Tarradellas y una nueva derrota socialista. Por otro lado se da como muy probable que hoy un emisario gubernamental entregue a Tarradellas, en París, el texto del decreto-ley por el cual se restablecerá la Generalitat de Cataluña. Este decreto sería aprobado por el Consejo de Ministros del próximo jueves y remitido inmediatamente a la Comisión de Urgencia Legislativa.
La crisis originada por el cese del senador Josep Benet de la comisión negociadora, por disposición de Tarradellas, puede darse por zanjada, por lo menos momentáneamente.
La comisión permanente acordó volver a reunirse mañana por la mañana. La reunión será seguida de una sesión plenaria de la Asamblea de Parlamentarios a celebrar en la tarde del mismo día. En esta sesión plenaria se pueden dar algunas críticas a Tarradellas, principalmente por parte del único diputado catalán de Alianza Popular -Laureano López Rodó- y de los socialistas.
Factor absolutamente determinante en la superación de la crisis fue la actitud mantenida ayer por los parlamentarios del PSUC, quienes fueron precisamente los que se inclinaron, antes que nadie, por aceptar la propuesta de Tartadellas de recibir a los dirigentes de los partidos políticos. Los socialistas, en cambio, se mostraron contrarios, mientras que la Entesa senatorial se abstuvo. Todos los partidos de centro e izquierda moderada votaron con los comunistas. Pese a su voto, los socialistas del PSC y el PSOE se trasladarán también hoy a París.
Más información en página 14
Los dirigentes de los partidos catalanes se entrevistan hoy con Tarradellas
(Viene de la primera página)
Ayer los parlamentarios del Pacte Democratic per Catalunya -Pujol, Trías Fargas y Verde- y los incondicionales de Tarradellas -Barrera, particularmente- expresaban todos los elogios imaginables en favor de la actitud de los comunistas, mientras criticaban la postura socialista. En estos mismos medios dominaba la convicción de que será de mera justicia una clara participación del PSUC en el primer Gobierno de la Generalitat que forme Tarradellas.
La postura comunista estaría dictada por un evidente realismo político. En efecto, está perfectamente claro que la política del PSUC no coincide con la de Tarradellas, pero no es menos claro que los comunistas catalanes no desean convertirse en prisioneros de ningún maximalismo y que, por tanto, optaron por estar presentes en los últimos pasos del restablecimiento de la Generalitat. Partidarios del pacto histórico no podían contradecirse e inclinarse por la automarginación. Razonamientos comparables impulsaron, en 1954, a los diputados del PSUC a votar en favor de la elección de Tarradellas como presidente de la Generalitat.
Hay que recordar la sistemática actitud de oposición a Unión de Centro Democrático (UCD) que ha caracterizado a los socialistas catalanes después de las elecciones.
La pugna UCD-PSOE
Parlamentarios catalanes consultados ayer por EL PAIS manifestaron el criterio de que la actitud de los socialistas estaba dictada «por el deseo del PSOE de enfrentarse con UCD, ya que el restablecimiento de la Generalitat será un elemento de estabilización del Gobierno Suárez y un posible potenciamiento de la UCD catalana». En concreto, un diputado de centro-izquierda manifestó que «si hiciese abstención del hecho que soy catalán comprendería esta actitud, pero como soy catalán y catalanista, no sólo no la comparto, sino que la considero contraria a los intereses de Cataluña. La misma fuente precisó: «El restablecimiento de la Generalitat de Cataluña ha estado a punto de malograrse debido a los deseos del PSOE de atacar sistemáticamente a Suárez.» El parlamentario añadió: «Ahora el peligro ha pasado ya, y la posición de Tarradellas es prácticamente inexpugnable.»
Las mismas fuentes parlamentarias aludían sistemáticamente a la reciente estancia en Cataluña de Enrique Múgica, secretario de relaciones políticas del PSOE a nivel estatal, como un hecho relacionado con el endurecimiento socialista hacia Tarradellas. Uno de los parlamentarios manifestó que «el regreso de Felipe González puede servir para que la dirección del PSOE se dé cuenta de sus errores con relación a Cataluña».
El endurecimiento socialista se hizo patente con la decisión de suspender de militancia y solicitar de él mismo la baja en el partido que ha sido cursada al catedrátido de Hacienda Pública de la Universidad de Barcelona, Josep Lluis Sureda, debido a su actuación como consejero de Tarradellas en las negociaciones con el Gobierno sin conocimiento de su partido.
Josep Verde, secretario general del Partit Socialista de Catalunya (ex Reagrupament), manifestó a EL PAIS al respecto que «mi sorpresa ha sido enorme por cuanto que toda la dirección del PSC-C conocía el papel de Sureda como asesor de Tarradellas y hasta ahora se mostraba orgullosa de ello». Sureda fue -junto con el profesor González Casanova, también del PSC- el autor de un importante dictamen jurídico entregado por Tarradellas al Gobierno con la aprobación explícita de los parlamentarios catalanes.
Tarradellas regresará
Ahora, las incógnitas se centran en dos puntos muy concretos. En primer lugar en el contenido real del decreto de restablecimiento de la Generalitat, y en segundo lugar, en el desarrollo de la Asamblea de Parlamentarios de mañana. Si el decreto es de contenido amplio, y Tarradellas decide hacérselo saber a los dirigentes de los partidos políticos en su reunión de hoy en París, no cabe duda de que la Asamblea de Parlamentarios de mañana se pronunciará en favor de Tarradellas, y que el regreso de éste como presidente de Cataluña se dará antes de final de mes.
Respecto a la formulación jurídica del restablecimiento de la Generalitat, el domingo tuvo efecto una nueva filtración periodística que, como en veces anteriores, apuntaba contra Tarradellas. La filtración, nuevamente através de la agencia Cifra, fue atribuida por un senador catalán a «una fuente parlamentaria contraria a Tarradellas». Según la filtración, Tarradellas sería nombrado presidente de la Generalitat y presidente de la Diputación de Barcelona al mismo tiempo. Al respecto, un colaborador directo de Tarradellas manifestó que «ello fue un tema considerado hace unos dos meses y totalmente desechado: las cosas no van en absoluto por este camino.»
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