El juego del Rayo, impropio de su categoría

No gustó el Rayo en su presentación en Vallecas. Acusó los mismos defectos que en la pasada temporada, además de una evidente falta de puesta a punto física. A duras penas logró empatar al Getafe después de que en la primera parte por dos veces estrellara otros tantos disparos en los postes. El Getafe ofreció una mayor sensación de conjunto, y tras adelantarse en el marcador hizo alardes de un brillante juego técnico que llegó a aburrir a sus rivales.Con dos novedades respecto al año pasado se presentó el Rayo, además de una nueva numeración en la defensa ,en la que Tanco lleva el número 3; Uceda, el 4, y Luna, el 6; sin embargo el equipo sigue sin llevar en la espalda un fondo de color que permita la perfecta indicación de los números que lleva cada jugador. Las novedades eran Landáburu y Salazar. Ninguno de los dos hizo ni siquiera un buen partido, siendo sus acciones escasas y de poco relieve.

El Rayo Vallecano sigue teniendo su base en una fuerte defensa, que es la misma que jugó en Segunda División. En la media presentó la innovación de Raúl, jugador suramericano que, con menos kilos, luchó y fue capaz de dirigir a su son el equipo en diversas fases del encuentro. Landáburu intentó a su lado un juego técnico, y estuvo muy marcado por Valle, que se destacó a base de anular a su par. En las líneas de ataque, Rial fue el jugador que más se hizo ver, siempre peligroso y con gran oficio.

Faltó cohesión en el equipo de Héctor Núñez. Cuando sus jugadores buscaron el apoyo jugando con velocidad, entonces sí crearon oportunidades de gol. En los últimos minutos de la primera parte, Vidal se convirtió en el mejor jugador sobre el campo con paradas casi inverosímiles, y Anero y Francisco estrellaron sendos disparos en la madera. En la segunda parte, el Rayo jugó con mucha menos fuerza, y sólo cuando vio el marcador en contra se empleó sin reservas, pero nunca consiguió una perfecta interpretación del fútbol. El empate llegó de falta, y en los últimos minutos buscó desesperadamente la victoria.

El Getafe sí que llegó a convencer. Tras unos comienzos realmen te pobres, sin apoyo en el ataque y cerrando descaradamente líneas cuando atacaba el Rayo, su juego mejoró muchísimo en la segunda parte. Sus contraataques siempre fueron ordenados y además del gol, Narriz, a un metro de la línea de gol y a puerta vacía, llevó el balón al poste increíblemente. Este jugador, sin embargo, fue junto con Vidal, la estrella del partido. Llegó a poseer cierto imán con el balón y fue pesadilla constante de la defensa vallecana. Por el Getafe destacaron una serie de jugadas ensayadas en corto, muy apoyadas por sus jugadores y que en la segunda parte llegaron a poner al Rayo fuera del juego. Segura sacó mejor provecho de los jugadores en el campo. Allí había cinco hombres que han vestido ya las dos camisetas: Francisco, Salazar, Chiqui, Cortés y Marcial. Logró que los suyos jugaran y los otros no.

De los nuevos del Getafe gustó Cortés, de gran efectividad y sin concesiones a la galería, mientras que Marcial llegó a resultar empalagoso con el balón en los pies. Catafau, que sustituyó a Marcial en el descanso, demostró saber correr la banda y centrar sin abusar nunca del juego individual.