José Sanromá, reelegido secretario general de la ORT

José Sanromá Aldea, Intxausti, fue ayer reelegido por unanimidad secretario general de la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT), que hoy clausurará su primer congreso. El señor Sanromá fue designado por el nuevo comité central, que a su vez había sido elegido, con el 80% de los votos del congreso, poco antes. En el nuevo comité central figuran, además de antiguos miembros tales como Intxausti, Amancio Cabrero, Manuel Guedán y Faustino Bosquet, una cuarta parte de nuevos miembros, entre ellos Paquita Sauquillo, Cristíno Doménech y otros.La ORT se declara como el partido marxista-leninista de España, como el partido de la clase obrera que defiende los intereses de todo el pueblo, según la ponencia que, sobre «Construcción del partido», fue presentada ayer por Amancio Cabrero y aprobada por el plenó. También han quedado aprobadas otras ponencias sobre la juventud, presentada por Faustino Bosquet, y sobre la militancia de los creyentes en el partido, que son aceptados si adoptan el programa y la disciplina, as! como los estatutos. Según éstos, pueden ser militantes de la ORT los mayores de dieciocho años, y tienen el deber de «estudiar el marxismo- leniniismo pensamiento Mao Tse-tung, luchar por los intereses de la clase obrera y las masas oprimidas, defender la unidad del partido y ejercer la crítica y la autocrítica, entre otras cosas».

Hoy será clausurado el congreso en un acto que presidirá el nuevo comité central, y para el que han acusado recibo de la invitación el PSP, PSOE, PCE, ARDE, Coordinadora Abertzale Socialista y Partido Socialista Catalán, además de otros grupos extranjeros.

Los expulsados niegan la versión de la ORT

Por otra parte, los tres militantes expulsados del congreso han rechazado la versión de su expulsión dada por la dirección de la ORT, según la cual se trataba de agitadores políticos, e insisten en que fueron expulsados para evitar que presentaran una contraponencia sobre «Construcción del partido».La contraponencia pide que no se sustituya la preocupación por la construcción del partido marxista-leninista «con confianzas ciegas en nuestra organización», y afirma que no se debe considerar -como haría la dirección de la ORT- que la existencia de otros comunistas, encuadrados en distintas organizaciones, sea un obstáculo para esta tarea.La contraponencia opina también que «estos débiles partidos de hoy son incapaces de hacer brotar la lucha política en la calle», y pide finalmente que se reentabien conversaciones entre todos ellos para la unificación.