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Los laboristas esperan ganar en Ladywood

Juan Cruz

Hoy tiene el Gobierno laborista británico una nueva oportunidad para reducir sus dificultades parlamentarias y demostrar que puede seguir en el poder sin contratiempos excesivos. La elección parcial que tiene efecto en Ladywood, una circunscripción de Birmingham, al norte de Inglaterra, podría confirmar la supremacía laborista en esa zona industrial, donde el anterior diputado obtuvo 10.000 votos más que su oponente conservador en las elecciones generales de octubre de 1974. Se presentan ahora diez candidatos, desde la extrema derecha a la extrema izquierda.Ladywood es la población en la que a principios de esta semana hubo violentos choques entre policías y manifestantes de izquierdas, con motivo de un acto electoral de un grupo neofascista, el National Front, de carácter racista. De cada diez de los 60.000 electores, de Ladywood, tres son de color.

Ladywood se ha convertido, a raíz de aquellos incidentes, en un nuevo símbolo de la política multirracial que quiere imponer en este país el Partido Laborista. Su vicelíder, Michael Foot, ha condenado los recientes disturbios habidos en la zona y ha dicho que el National Front, con su propaganda racista, siembra el veneno en nuestra sociedad. La mejor manera de combatirlo no es usando sus tácticas fascistas, ha dicho Foot, que ha pedido a los verdaderos socialistas que cierren filas en torno al laborismo para derrotar en las urnas a estos grupos que desafían a las minorías étnicas del Reino Unido.

Símbolo económico

Ladywood también es un símbolo de la situación económica británica. A pesar de las buenas noticias que últimamente han llenado de orgullo al Gobierno, es evidente que la prosperidad está aún lejana. El problema de la vivienda es tan grave en el área que los que no tienen casa no se atreven a ocupar aquellas que están vacías y a su disposición porque su estado es calamitoso. Los trabajadores dicen que la causa de la decrepitud que vive esta población de Birmingham está ligada a los efectos del contrato social, cuyas restricciones salariales han hecho descender el nivel de vida de los británicos.

Sin embargo, los laboristas luchan por el escaño que hoy se disputa en Ladywood, apoyados en el aparente éxito que ha tenido su política de restricciones. La inflación ha descendido del 35 % en 1975 al 17% en julio de este año. Los precios apenas han subido en los dos últimos meses, y el país está dispuesto de nuevo a abrir la espita de los convenios colectivos de libre negociación, siempre que los sindicalistas se muestren moderados y no pidan más de un 10% de aumento anual.

El Gobierno se acerca con cierta confianza a la votación de hoy, porque su situación no es desesperada. En la actualidad, el laborismo tiene 309 diputados en el Parlamento. Frente a la mayoría teórica de la oposición -cuyos componentes sumarían juntos 323 escaños-, sobrevive gracias a la ayuda del Partido Liberal, que cuenta con trece diputados en los Comunes.

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