A favor de Umbral

Respecto a la carta publicada en EL PAIS número 352 por D. Enrique Marín «Contra Umbral», quisiera hacer algunas objeciones:1. Pienso que el señor Umbral es uno de los mejores articulistas que existen hoy. Es objetivo, tiene gran estilo, y aunque no es muy serio como le gusta al señor Marín, sustituye esto por una gracia y amenidad dignas de agradecer entre tanta seriedad como existe hoy día.

2. En lo referente a que a Umbral le resulta fácil atacar a todo y a todos, creo que desde cualquier medio de comunicación resulta fácil realizar esto, bien se haga seriamente o con cachondeo; y como el señor Umbral no creo que sea ninguna excepción también lo realiza, aunque la mayoría de las veces sus artículos tienen su parte constructiva si se leen detenidamente.

3. Con respecto a que pasamos momentos importantes, de acuerdo, pero decir que se ha pasado «de no decir nada a decirlo todo», me parece exagerado. Yo más bien diría que se ha pasado «de no decir nada a decir muy poco».

Estos momentos importantes son muy serios, pero es de agradecer que exista un señor (Umbral) que nos los haga un poco divertidos y amenos.

Porque, señor mío: la diversión, la juerga o el cachondeo, mientras no se demuestre lo contrario es una rama más de la madre naturaleza. Y que el reír va muy bien a nuestro organismo. Divertido no es lo contrario de serio, es lo contrario de aburrido, simplemente, como dijo Chesterton.