El PCE vuelve a pedir cinco diputados por grupo parlamentario
El Partido Comunista de España (PCE) quiere que la Comisión de Reglamento del Congreso vuelva a plantear el número de diputados exigido para la formación de un grupo parlamentario. En las bases para dicho Reglamento, que los comunistas han presentado ante la mesa de la Cámara, se propone que el número exigido sea el de cinco, es decir, diez diputados menos que los exigidos en las normas provisionales hoy vigentes. Por el contrario, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el borrador de Reglamento que ha entregado igualmente ante la mesa del Congreso, mantiene el número actual.
Los puntos fundamentales del proyecto comunista se basan en el procedimiento de discusión de la Constitución y en la capacidad del Congreso para proceder al desarrollo reglamentario de una ley aprobada por las Cortes si, en un plazo razonable, el Gobierno no lo ha efectuado. También pide que el Gobierno esté inexcusablemente obligado a contestar en el acto cuantas preguntas orales le formulen los parlamentarios.En el proyecto socialista destaca la solicitud de que cuando una comisión tenga por objeto el estudio de una cuestión que afecte a una determinada nacionalidad o región diferenciada del Estado español, deba estar compuesta mayoritariamente por diputados electos de dicha área territorial. Estipula también que las mociones de confianza al Gobierno sean motivadas razonablemente y votadas de forma nominal, mientras que la de censura, igualmente razonada, debe ir suscrita por una décima parte del total de congresistas.
El PCE quiere que el Reglamento que ahora se aprueba sea válido sólo para la presente legislatura, dado el carácter constituyente de estas Cortes. Fija el número de comisiones en diez, por áreas de competencia, mientras que el PSOE sugiere una por cada ministerio, además de las comisiones actuales de incompatibilidades, urgencia y competencia. Las comisiones de cada ministerio estarán integradas por veintiún diputados, y ninguno podrá ser elegido para formar parte de dos de ellas. Los ministros y demás diputados podrán asistir a las sesiones de trabajo de las mismas, con voz, pero sin voto.
El borrador comunista propone también la creación de comisiones especiales cuando lo soliciten cincuenta diputados o dos grupos parlamentarios, mientras que el socialista establece el sistema de los cincuenta diputados para que el presidente esté obligado a convocar un Pleno de la Cámara, que quedará constituído si asisten más de la mitad de los parlamentarios.
En relación con los decretos-ley, el PCE propone que sean convalidados por el Congreso en el plazo de un mes, en cuyo defecto serán nulos. Con esta medida, los decretos-leyes autorizados por la Comisión de Urgencia Legislativa se convertirían en leyes ordinarias, es decir, debatidas y aprobadas por la Cámara en el plazo de treinta días.
Sobre el procedimiento a seguir en la elaboración de la Constitución, el borrador comunista propone que, una vez elaborado por la comisión correspondiente se pase al Pleno, donde se plantearía primero un turno de totalidad. Después se pasaría a la discusión y votación de cada artículo por separado, exigiéndose la mayoría absoluta para su aprobación. El PSOE trata ampliamente este tema y propone que la comisión esté compuesta con representantes de todos los grupos parlamentarios, en proporción en lo posible, al número de componentes. Apoya también el debate a la totalidad como primer paso, pero añade que sólo serán posibles tres turnos en contra y tres a favor. El Gobierno y la comisión intervendrán siempre que lo juzguen oportuno, sin consumir turno.
Las enmiendas -añade- deberán ser suscritas por siete diputados como mínimo.
Finalmente, el PCE propone que los plenos o sesiones de las comisiones sean transmitidos por RTVE, cuando así lo solicitasen cincuenta diputados, y el PSOE que los grupos parlamentarios tengan acceso a los medios de comunicación oficiales existentes en el ámbito regional que englobe su distrito electoral.
Las bases para el reglamento del Congreso serán debatidas con la máxima urgencia en la ponencia encargada del tema, que se volvió a reunir ayer por la tarde y que finalizará sus trabajos el próximo martes, al presentar ante la Comisión de Reglamento el borrador que haya elaborado.
Entrevista Suárez-Fontán
Entre las actividades desarrolladas ayer en el Congreso destaca también la entrevista mantenida por su presidente, Fernando Alvarez de Miranda, con el embajador de Estados Unidos de América, señor Stabler, quien le transmitió la felicitación del presidente del Congreso americano, Thomas O'Neill, quien en su mensaje personal expresa los «Mejores augurios para que la primera legislatura democrática española tenga éxito y corone felizmente el proceso actual».
Por su parte, el presidente del Senado, Antonio Fontán, se entrevistó ayer, a primera hora de la mañana, en el palacio de La Moncloa, con el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. La entrevista se encuadra dentro de los contactos normales que ambas personalidades mantendrán en lo sucesivo.
Suárez recibió también al senador de designación real y ex presidente de las Cortes Torcuato Fernández Miranda, sin que haya trascendido el motivo del encuentro.
Los senadores del Grupo Socialista en el Senado (PSOE) no asistieron ayer a la cena a la que hablan sido convocados, junto con todos los demás senadores, por Antonio Fontán, y a la que estaba invitado también el ministro de Hacienda, Francisco Fernández-Ordóñez. Fuentes oficiosas del PSOE señalaron que no se trataba de ninguna oposición personal al ministro, sino de una muestra de desacuerdo con el procedimiento seguido, ya que, a su parecer, la explicación de las medidas económicas gubernamentales -objetivo de la cena- deben efectuarse a nivel oficial y en contacto con las centrales sindicales.
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