La prensa italiana ataca a Panatta
La pelea del tenista italiano Adriano Panatta con el público al terminar el último partido de la semifinal de Copa Davis de Barcelona fue una farsa grotesca y borrascosa, y el comportamiento del público fue bastante indigno, según juicio unánime de la prensa italiana.Prácticamente todos los diarios sostienen que Panatta, número uno italiano, jugó el último partido con el propósito exclusivo de perder, al verse de frente al reserva español Javier Soler.
«Un campeón -dice Paese Sera, de Roma- es un ejemplar de lo mejor que puede dar el deporte. Ser campeón significa, ante todo, ser hombre dotado de equilibrio, sentido común, civilidad y respeto para los demás, comenzando por el adversario. Quien ha visto jugar a Orantes ha comprendido qué significa ser campeón. Orantes se había operado semanas atrás en el brazo que le sirve para cumplir su trabajo de tenista. Sabía no encontrarse en su mejor forma, pero hizo su oficio y supo perder con dignidad. Panatta puso en discusión su dignidad de profesional.»
Potente equipo australiano
Por otra parte, Australia va a presentar un potente equipo ante Argentina en las próximas semifinales de la Copa Davis, que se celebrarán del 16 al 18 de septiembre. Los tenistas seleccionados para jugar en Buenos Aires han sido Alexander, Dent, Case, Masters, Ruffels y Edmondson.
Argentina eliminó este año en la Copa Davis a Estados Unidos y tiene en Guillermo Vilas su mejor raqueta. Este tenista, tras su reciente victoria en el torneo de Louisville sobre Dibbs por 1-6, 6-0 y 6-1, ha pasado a encabezar la clasificación del Grand Prix. Vilas lleva en esta temporada diecisiete victorias consecutivas y veinticuatro en tierra batida.
Mientras tanto, una delegación de la Federación Internacional va a visitar Suráfrica para comprobar si realmente existe discriminación racial en el tenis de aquel país. Esto parece desprenderse de las denuncias de varios países, que han rehusado a competir internacionalmente con los jugadores surafricanos.
Suráfrica fue excluida de la Copa Davis en 1970 y readmitida dos años más tarde cuando sus representantes en la Federación Internacional declararon que no existían barreras raciales en el tenis de su país.
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