Los policías detenidos en la comisaría de Entrevías, en libertad

A primeras horas de la tarde de ayer fueron puestos en libertad provisional los seis policías armados que se hallaban detenidos en la comisaría madrileña de Entrevías, a la espera de ser juzgados en consejo de guerra, acusados de insulto a superior durante la concentración de cerca de 2.000 agentes del orden, que se produjo el 17 de diciembre pasado frente al Ministerio de la Gobernación.

Se trata de José Izquierdo Monterroso, Angel Escorial Hernanz, Celestino Moreno Fernández, Prisciliano García Gómez, Vicente García Egea y Manuel de la Fuente. El fiscal militar pide penas de hasta veinte años de reclusión militar para algunos de ellos. Los seis policías se encontraban en prisión provisional desde el momento en que fueron detenidos a raíz de la manifestación del 17 de diciembre. Manuel de la Fuente también estaba procesado en la causa por sedición, sobre la que ha sido dictada sentencia recientemente, siendo uno de los tres agentes del orden que han sido absueltos.Una vez puestos en libertad provisional los policías detenidos, sus familiares abandonaron el encierro que venían manteniendo desde el pasado domingo en la iglesia de Santa Eulalia, frente a la comisaría de Entrevías. El delito de que se acusa a estos seis policías armados está relacionado con la agresión que sufríó frente al Ministerio de Gobernación el entonces subinspector general de la Policía Armada, general Chicharro. El consejo de guerra relativo a esta causa parece que no se verá antes del próximo mes de septiembre.

Uno de los policías pide la baja en el cuerpo

El policía armado Manuel Rodríguez Martínez, condenado a dos años de prisión militar por el consejo de guerra que juzgó recientemente a cuatro policías armados y a cuatro guardias civiles por su participación en la manifestación de agentes del orden el 17 de diciembre pasado, presentó en la mañana de ayer la baja en la Policía Armada, según fuentes familiares.La baja fue presentada personalmente por el interesado en la tercera compañía, dieciséis bandera, con acuartelamiento en Vallecas, a la que pertenecía. Los motivos aducidos para la petición de baja son que el interesado estima que la condena ha sido injusta, y el temor a que se le pueda hacer la vida imposible en el cuerpo con sucesivos arrestos. Por otra parte, el interesado prefiere ser una persona civil con todos los derechos.