El montaje de Vizcaya decide hoy sobre su conflicto

Tras 52 días de huelga, mañana decidirán los trabajadores del montaje de Vizcaya si acuden el lunes día 26 al trabajo, al término de la sanción de empleo y sueldo de veintidós días impuesta por la patronal, que ha despedido desde el inicio de la huelga a veintinueve personas.

La readmisión de estos despedidos, la aceptación por parte de la patronal de la coordinadora provincial y las comisiones de tajo y el reconocimiento de la misma de todo el tiempo perdido por la coordinadora son tres condiciones que no están dispuestos a negociar los trabajadores. Asimismo, la coordinadora de la asamblea de los trabajadores se niega a aceptar una negociación individual, empresa por empresa -hay dieciocho en paro-, como propone la patronal, por ser partidarios desde el primer momento de una negociación global.Otras condiciones negociables de los trabajadores del montaje son 8.000 pesetas de aumento lineal, posibilidad de celebrar asambleas en centros de trabajo con tiempo abonado-, sábados libres, dieta diaria de inil pesetas y el compromiso firmado de las empresas de que el prornetido convenio de carácter estatal será negociado en octubre.

El conflicto del montaje a escala estatal se inició en Vizcaya a principios de enero. Los trabajadores del montaje de esta provincia -alrededor de 8.000- (80.000 en toda España) solicitaron de la patronal un convenio interprovincial. Aquella se negó a aceptarlo proponiendo uno de carácter estatal, Cuando ya había conseguido reunirse una coordinadora estatal, la patronal echó marcha atrás provocando una huelga en casi todo el Estado, siendo los focos de resistencia más fuertes Tarragona, Huelva y Vizcaya. La patronal pronictió entonces negociar un convenio estatal en octubre.

Desde entonces, Vizcaya ha sido lit única provincia que se ha mantenido en huelga, habiendo solicitado los trabajadores la ya citada plataforma reivindicativa en tanto no se negocie el convenio.

En la actualidad los empresarios no parecen inuy Intetesados en solucionar el conflicto, negándose, por otra parte, sistematicamente a la readmisión de despedidos y a la negociación global.

Entre los trabaiadores hay ánimos para seguir la huelga, aunque la proximidad del mes de agosto, las noticias alarmantes sobre despidos que se avecinan y la devaluación de la peseta pueden ser elementos que jueguen a favor de los empresarios.