Londres no quiere verse envuelto en un "Vietnam africano"

El Gobierno británico ha rechaza do su implicación militar en Rodesia. Un proyecto en el que se incluía esa posibilidad ha sido desestima do por el Gabinete laborista. Su autor, el ministro de Exteriores, doctor Owen, viajará dentro de unos días a Washington para entrevistarse con el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, y buscar alternativas de solución del conflicto. Los que se opusieron al plan de Owen han hablado de que la presencia militar del Reino Unido haría de Rodesia «un Vietnam británico». Las reuniones en las que el Gabinete rechazó la pro puesta se celebraron la semana pasada, pero sus conclusiones se han conocido ahora. Entre los ministros que consideraron peligrosa la iniciativa están el de Hacienda y el de Energía, Healey y Benn, que son cabezas de serie de las facciones de izquierdas y de derechas del Partido Laborista. Sin embargo, Foot, el hombre más importante después del primer ministro, e incluso este mismo, parece que estuvieron de acuerdo con OwenLa presencia militar británica en Rodesia podría cumplir su misión de mantener la paz mientras se preparan elecciones para transferir el poder de la minoría blanca a la mayoría negra, pero una vez ese proceso se haya culminado podría quedar aquel ejército en medio de una situación de guerra civil, por que la t * ransferencia de poder no resolverá nada, han dicho quienes se oponen al plan. Los británicos no estarían solos en Rodesia, sino que formarían parte de un conglomerado de fuerzas internacionales encargadas de vigilar el cumplimiento de la independencia constitucional de Rodesia. La alternativa que ven los ministros del Gabinete británico a la implicación militar sugerida por Oweri es la presencia de una administración civil del Reino Unido que garantice aquel proceso constitucional. Lo que ha reafirmado en su postura a los que no han apoyado al ministro de Exteriores es la aparente negativa americana a participar en el conjunto de fuerzas militares incluidas en el plan ideado por Oweri. Los otros elementos del plan consideran el establecimiento de una fundación para propiciar el desarrollo de Rodesia y la subvención a los blancos para que la transferencia de poder no les impulse al exilio. Ahora se piensa que la negativa del Gabinete a apoyar aquel plan ha desbaratado la llamada «iniciativa angloamericana» sobre la que Owen, iba a presionar de nuevo a su colega de Estados Unidos en sus conversaciones del 23 de julio. Sin el apoyo de sus propios compañeros del Gobierno laborista, el ministro británico de Exteriores tendrá que proponer otra iniciativa en la que Estados Unidos pueda intervenir sin temores. Parece que una de las posibilidades que pueden contemplarse como ciertas estos días es la de que Estados Unidos y Gran Bretaña pasen a apoyar al Frente Patriótico de N'komo y Mugabe, como ha hecho la Organización de la Unidad Africana.