Forsyth: "«Odessa» ha hecho actuar a los Gobiernos, pero no les ha dicho nada que no supieran"

Eduardo Rochmann, jefe nazi que será devuelto a Alemania, era el personaje de esta novela

Las varias docenas de nazis que siguen ocultos en países de América latina podrían llenarse de pánico ahora, volver a desaparecer y buscar nuevos nombres y nuevas señales con las que protegerse, a raíz de la detención y posible extradición de su colega Rochmann, reclamado por las autoridades alemanas como criminal de guerra, y preso ahora en una cárcel argentina. Rochmann es una de las estrellas de las SS.«Si el Gobierno argentino accede a su extradición -dijo a EL PAIS, el domingo, Frederick Forsyth, el autor de Odessa-, se crearía un precedente que podría acabar con los distintos refugios qu...

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Las varias docenas de nazis que siguen ocultos en países de América latina podrían llenarse de pánico ahora, volver a desaparecer y buscar nuevos nombres y nuevas señales con las que protegerse, a raíz de la detención y posible extradición de su colega Rochmann, reclamado por las autoridades alemanas como criminal de guerra, y preso ahora en una cárcel argentina. Rochmann es una de las estrellas de las SS.«Si el Gobierno argentino accede a su extradición -dijo a EL PAIS, el domingo, Frederick Forsyth, el autor de Odessa-, se crearía un precedente que podría acabar con los distintos refugios que mantienen los nazis en América latina, y sobre todo en Argentina.»

En Odessa, Forsyth describe a un personaje que ahora se asocia totalmente con Rochmann, y que, en efecto, aparecía como responsable de ejecuciones masivas de judíos. Rochmann está detenido por vivir con documentos falsos.

«Por supuesto -señala Forsyth-, tanto las autoridades alemanas como las argentinas sabían dónde estaba Rochmann. En mi libro sólo dije que se hallaba en América latina, porque desconocía que estuviese en ese país. Si ahora Rochmann es enviado a la República Federal de Alemania para serjuzgado, los otros nazis temerán la misma suerte, se creará una ola de pánico y tratarán de desaparecer de nuevo.»

«Hasta el momento -recuerda Forsyth- no existe tratado de extradición entre Argentina y la RFA. Una decisión de ese tipo en este caso cambiaría el porvenir de los nazis en el territorio.»Tal extradición supondría que «con la caída del peronismo, Argentina ha dejado de ser un país protector de los nazis. Por eso es importante lo que ocurra ahora con Rochmann».

El inventor de los furgones de gas

El hallazgo de Rochmann, al que se le supone responsable de la muerte de unos 40.000 judíos y uno de los fanáticos principales de las SS de Hitler, debe concentrar ahora a las autoridades alemanas en la búsqueda de otros criminales de guerra a los que Forsyth llama las estrellas, entre los refugiados que siguen en Latinoamérica, y especialmente en Argentina, Chile y Paraguay.Una de las estrellas de las que nos habló Frederick Forsyth es un coronel del ejército de Hitler que vive en Punta Arenas, al sur de Chile, y al que se cree responsable de la muerte de 80.000 judíos en los distintos territorios del Tercer Reich.

El autor de Odessa dice desconocer el nombre de este refugiado nazi, pero lo describe como «el inventor y el operador de los furgones de gas», en los que se exterminaron a miles de judíos.

Con el grado de responsabilidad de este coronel nazi hay tres o cuatro más en América latína. En total, calcula Forsyth, habrá unos cincuenta nazis que participaron de un modo u otro en matanzas masivas, cuyos autores directos o indirectos siguen siendo buscados por las autoridades de la República Federal de Alemania. Los casos de robo o de asesinatos individuales no son ya objeto de persecución, porque «hay que restringir los esfuerzos a las estrellas», repite Forsyth.

Forsyth no cree que Odessa «haya proporcionado a las autoridades argentinas o alemanas información decisiva sobre el escondite o la identidad de los nazis refugiados». «Libros como el mío únicamente contribuyen a despertar la atención de los que ya tienen esa información y pueden usarla pala descubrir a los que se ocultan. Odessa funciona en ese plano, como funcionaría una conferencia de prensa en la que se denunciara un hecho que es del conocimiento de los Gobiernos, pero que al saltar a la luz pública los hace actuar. »

«Yo no pienso que tenga ninguna relación la existencia de dictaduras en los países latinoamericanos en los que siguen refugiados los nazis con el hecho de que éstos se hallen protegidos. Es un problema de actitud de los regímenes hacia el problema, más que de su propio componente político. Lo que importa es la simpatía o la antipatía que el régimen imperante tenga por los nazis y la colaboración que desee prestar con quienes los buscan. »

«En el caso de Argentina, subraya Forsyth, es obvio que la desaparición de Perón y el peronismo puede desatar acciones contra quienes vivían bajo la protección del régimen anterior y ayudar a que las otras repúblicas definan su política con respecto a los nazis.»

En su finca de las cercanías de Dublín, en Irlanda, donde vive exiliado de los impuestos Ingleses, Frederick Forsyth espera «con mucho interés» lo que le ocurra a Rochmann. Mientras tanto, este famoso escritor británico, que fue corresponsal de Reuter en el extranjero y que vivió en Alicante durante algún tiempo, cultiva hortalizas y mantiene una granja que le proporciona huevos y carne. No escribe ni una palabra desde hace dos años. Quizá vuelva al periodismo, de nuevo como enviado en el extranjero, pero sería por afición, porque ya sus best sellers, Odessa y Chacal le han dado lo suficiente como para que no se tenga que mover de su granja.

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