La ventaja de Centro se ha consolidado en Galicia y las islas

La presentación de resultados de las elecciones generales celebradas el pasado día 15 están realizándose de forma confusa, tanto por el retraso en la finalización del escrutinio como por la selección de los datos parciales facilitados a los medios informativos. Así, mientras el jueves por la noche se atribuían 168 escaños a la Unión de C entro Democrático en la relación facilitada por la agencia Cifra -con la advertencia de que ésta relación era definitiva, según la agencia citada-, a última hora de ayer el número de escaños de la Unión de Centro había disminuido a 165. El censo escrutado a la misma hora era del 95 %.

De acuerdo con los nuevos datos facilitados ayer, se mantienen todas las posiciones entre las principales opciones, aunque ha quedado aumentada la diferencia de votos entre la Unión de Centro y el PSOE, mientras disminuye la diferencia en escaños. Es de suponer que la explicación esté en que el cálculo de escaños facilitado en la noche del jueves respondía a un porcentaje escrutado superior al que se ofreció respecto a votos emitidos.En Galicia queda confirmada la aplastante victoria de la Unión de Centro, victoria que se repite en toda Castilla, aunque en términos mucho menos contundentes. La única zona del cuadrante noroeste de España en que el Centro Democrático no ha podido lograr la victoria es Asturias, donde el Partido Socialista Obrero Español ha conseguido igualarle en escaños y superarle en votos. Las cuencas mineras de Asturias han proporcionado la relativa sorpresa de un triunfo del PSOE, mucho m las acentuado en lo que se refiere a relación de fuerzas en la izquierda ya que el PCE sólo ha podido lograr el escaño de Dolores Ibárruri. Ayer se rumoreó la posibilidad de que la presidenta del PCE cediera su escaño al segundo de su lista, Horacio Fernández Inguanzo, a fin de que un diputado comunista que resida en Asturias pueda actuar más directamente en una región donde el voto socialista se ha revelado muy fuerte. Sin embargo, fuentes de la dirección del PCE negaron anoche la veracidad del rumor.

En el País Vasco han quedado. prácticamente igualados PSOE y PNV, mientras el PCE no ha logrado ningún escaño. Hacia el Mediterráneo queda después una zona con ligero predominio centrista -Aragón-, como transición hacia Cataluña, dominada por la coalición PSC-PSOE, seguida del PSUC y el Pacte Democratic per Catalunya.

En el País Valenciano, el PSOE se alza con la hegemonía de la región; y en Andalucía, la Unión de Centro y el PSOE alternan en las posiciones de cabeza, según las provincias, con cierta presencia comunista. Extremadura registra dominio centrista. En la totalidad de las provincias insulares, la hegemonía del Centro resulta muy marcada.

Este es, aproximadamente, el mapa político configurado por las elecciones del 15 de junio, con una isla en Madrid, donde parecen quedar igualados el Centro y el PSOE. Sobre el 95% del censo escrutado, el porcentaje de votantes, es del 78,28. %. Cabe también señalar que, según las asociaciones de emigrantes españoles en varios países -y especialmente las de Suiza y Gran Bretaña- el porcentaje de emigrantes españoles en el extranjero que ha votado en estas elecciones no supera mucho el 2 %. En concreto, un millar de españoles residentes en Suiza se han desplazado a España para votar, y ejercer este derecho -después de los trámites: necesarios para inscribirse en el censo- les ha costado una media de 28.000 pesetas por persona.

Siempre según las mencionadas asociaciones de emigrantes, el número de españoles que residen en otros países de Europa, mayores de veintiún años, es de unos 750.000. De ellos, sólo en Bélgica y Alemania han podido censarse porcentajes superiores al 20% de los residentes, mientras en Francia se calcula en torno al 5%, y en Gran Bretaña un porcentaje ínfimo. Una vez pasada la criba del censo, muchos emigrantes se han encontrado con la sorpresa de que las juntas electorales de zona correspondientes no les remitían los documentos necesarios para votar. El resultado ha sido la práctica ausencia de la emigración española en estas elecciones, que probablemente habría reforzado el voto de izquierda.