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El terrorismo moluqueño no incidirá en elecciones holandesas de hoy

Ocho millones de holandeses, mayores de dieciocho años, acuden hoy a las urnas para renovar los 150 escaños de la segunda Cámara (Asamblea Nacional). Los últimos sondeos dan un avance a los socialistas y liberales. Los democristianos mantendrán probablemente sus puestos. Los pequeños partidos, excepto una escisión progresista de los liberales, perderían alpunos de los suyos. El futuro Gobierno será, probablemente, otra vez de coalición entre socialistas y democristianos.

La coalición gubernamental anterior, nacida de las elecciones de 1972, estaba formada por cinco partidos: socialistas, radicales socialistas y demócratas liberales, como ala progresista, y católicos radicales, más católicos antirrevolucionarios, en el ala conservadora. La salida de los católicos, por oposición a unos proyectos de ley contra la especulación del suelo, control de beneficios de las grandes empresas y participación obrera, convirtió el Gabinete de Den Uyl en minoritario, hace dos meses.Los trágicos acontecimientos, protagonizados por el doble secuestro de unas 150 personas por dos grupos de nacionalistas moluqueños, no parece que tengan una incidencia importante en las intenciones de voto.

Sobre el terreno, la situación continúa estacionaria para los cincuenta rehenes del tren paralizado en las cercanías de Assen y los 105 niños y maestros retenidos en una escuela de Smilde, cuyos locales debían servir hoy de oficina electoral.

Se espera un gesto de buena voluntad por el que podría liberarse a un grupo de niños, especialmente a los más pequeños, de seis a once años. Varias ambulancias están preparadas en las cercanías de la escuela, rodeada por tropas de élite de la marina holandesa.

Los nacionalistas moluqueños dieron a conocer sus condiciones, durante la mañana del martes. Quieren la libertad de veintiún nacionalistas moluqueños (entre los que figuran los autores de los secuestros de un tren en del Beilen y la ocupación del consulado de Indonesia en Amsterdam, en diciembre de 1975), y un avión Boeing 707 para abandonar el país. Dan como .plazo las catorce horas de hoy, amenazando con asesinar a los rehenes si no obtienen satisfacción.

El Gobierno holandés, reunido permanentemente en La Haya, no ha fijado todavía su postura. Todo parece indicar que existen negociones secretas, y el propio primer ministro, Den Uyl, no lo desmintió anoche al ser preguntado por los periodistas.

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El clima creado por la acción violenta de los nacionalistas moluqueños, que pretenden conseguir la independencia de las islas Molucas del sur, ex colonia holandesa hoy jobernada por Indonesia, no influirá en los electores.

Sin embargo, hay algunas opiniones contradictorias. En el centro de prensa de La Haya ciertos observadores opinan que el terrorismo de los moluqueños puede dar razón, indirectamente, a los cristianos demócratas del CDA (Llamamiento Demócrata Cristiano), cuyos líderes piden desde hace tiempo un refuerzo de la policía en Holanda. El razonamiento es difícil de sostener, puesto que el ministro de Justicia y el del Interior, responsables directos del orden público, pertenecen precisamente a la formación democristiana.

Los únicos, quizás, que podrían sacar partido de la delicada situación son los inspiradores del partido neofascista Volksunie (Unión del Pueblo), que piden la expulsión de todos los extranjeros. Las características nazis de ese pequeño partido, que utiliza los símbolos de las SS nazis para su campaña electoral, podrían invalidar sus resultados electorales, si progresa la acción jurídica abierta por el Gobierno pendiente de veredicto por la fiscalía de Amsterdam.

El Partido del Trabajo, socialista, podría resultar el gran vencedor de la consulta de este 25 de mayo. Su «gestión» de la crisis económica, de la que Holanda sale bastante bien parada en el conjunto internacional, podría contribuir al triunfo.

Según los comentarios de la prensa y televisión holandesa, será sobre todo. la figura del jefe de fila socialista, y actual primer ministro, Joop den Uyl, la que atraerá gran número de votos para los socialistas. Los debates televisivos contra su adversario democristiano, Van Agt, dieron siempre como vence dor a Den UyI.

En el grupo «progresista», los socialistas radicales del PPR, ala izquierda del Partido Socialista, podrían perder influencia. Habría un trasvase de votos izquierdistas hacia el partido Democracia 66, nacido de una escisión, en 1966 del ala progresista del Partido Liberal. Sus líderes, muy activos y populares entre la juventud, unen parte del programa económico socialista con el liberalismo clásico. A su vez, el pequeño Partido Comunista Holandés, ortodoxo y antieurocomunista, mantendrá, posiblemente, sus siete escaños en la asamblea de 150 diputados.

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