El proceso electoral dificulta las negociaciones en Correos y Telégrafos
Continúa latente la situación conflictiva en Correos y Telégrafos, cuya plantilla de Madrid celebró ayer una asamblea para decidir la respuesta obrera a las ofertas de la dirección general, sin que la reunión concluyera con acuerdo alguno. Varias alternativas fueron sometidas a la asamblea, desde realizar una jornada de paro hasta efectuar una concentración ante la sede del Ministerio de la Gobernación el próximo día 17, fecha en la que su titular, señor Martín Villa, recibirá a la comisión de enlace que negocia con la dirección las reivindicaciones objeto de malestar existente entre los funcionarios de Correos y Telégrafos.
Según informó a EL PAÍS un portavoz del sindicato ugetista de Correos y Telégrafos, el próximo lunes se decidirá la respuesta concreta que, según todos los indicios, consistirá en llevar a cabo la citada concentración ante el Ministerio de la Gobernación.
La proximidad de las elecciones legislativas, que de una parte suponen una oportuna circunstancia de presión para la consecución de las reivindicaciones planteadas por este colectivo, representan en la práctica un serio inconveniente para realizar acciones de apoyo a las peticiones obreras, toda vez que cualquier alteración en el trabajo incidiría gravemente en el proceso electoral, en cuya culminación están interesadas las centrales democráticas.
Esta circunstancia, unida a la dicotomía existente entre el apoliticismo que en términos generales afecta a los trabajadores de Correos (colectivo que se ha visto privado de la mentalización sindical que para el movimiento obrero del país ha supuesto el desmantelamiento del verticalismo, ya que los funcionarios de este Cuerpo no estuvieron nunca sindicados) y la militancia sindical de la vanguardia obrera dentro del Cuerpo, hacen difícil el control de las acciones que pudieran surgir en su seno como apoyo y defensa de sus reivindicaciones.
De hecho, la denominada comisión de enlace que integrada en la comisión negociadora estatal discute estos días sus reivindicaciones con la dirección general, se presenta siempre ante sus compañeros como simples representantes de los mismos. Nunca se alude a su militancia -al menos a nivel público - en distintas centrales sindicales (concretamente, de los diez trabajadores que la integran, tres militan en CCOO, dos en UGT y uno en la CSUT).
Sobre las reivindicaciones concretas, tan sólo existe el ofrecimiento de una gratificación de 10.000 pesetas, abonables en dos veces, y por el exceso de trabajo que representa el proceso electoral.
El resto de las peticiones, como la concesión de amnistía laboral y una reestructuración del Cuerpo (que supondría, entre otros efectos, una ampliación de la plantilla), sólo han obtenido de la dirección general promesas a largo plazo, una vez culminadas las elecciones.
En cualquier caso, el próximo lunes podrán quedar definitivamente decididas las acciones a adoptar por parte de los trabajadores. Ese día, los representantes de toda España llevarán a la reunión que tienen previsto celebrar la postura tomada en las diferentes provincias. Ya se sabe que Andalucía propondrá un paro de dos días y Barcelona que la secunden en la huelga de celo que mantiene actualmente.
El Sindicato de Correos y Telégrafos de la UGT, por su parte, puntualiza la última oferta de la dirección general y señala como aceptable la modificación de las estructuras jurídico- administrativas para una solución a fondo de algunos de los problemas que tiene planteado el Cuerpo, siempre que los trabajadores participen en la elaboración de los estatutos de la nueva entidad pública.
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