Avión británico a punto de colisionar dos veces en diez minutos

El incidente aéreo que según un piloto británico estuvo a punto de causar una colisión sobre territorio español el pasado jueves ha servido para que se renueven en Gran Bretaña los temores sobre la seguridad que ofrecen los aeropuertos del Mediterráneo y especialmente los españoles. El piloto de un Tridente de la «British Airways», Derek Barker, dice que el pasado jueves estuvo a punto de chocar con un Boeing de El Al. Barker afirma que tuvo que desviarse en segundos de su ruta para evitar el choque con el otro aeroplano, que volaba a su misma altura entre Valencia y Barcelona.

El mismo caso le ocurrió diez minutos después frente a un Boeing de Dan-Air.

Cuatro incidentes de esta clase han ocurrido en España en los últimos dieciocho meses de acuerdo con la Federación Internacional de Pilotos, que tiene su sede en la capital británica y que ya ha recibido la queja del piloto inglés.

Barker dice que trató de establecer comunicación con los controladores aéreos cuando estuvo a punto de chocar con el primer avión pero no recibió respuesta. Afirma también que el choque con el avión de Dan Air se pudo haber producido si él no hubiera conocido la posición del otro avión: «Las instrucciones de la torre de control nos hubieran llevado justo a su altura», ha afirmado el piloto británico.

Material de dudosa calidad

La prensa británica ha recordado ayer las recientes disputas de los controladores aéreos españoles sobre la calidad del material que usan, aunque se recoge la información sobre el proceso de renovación que está siendo sometido ese equipo, y se garantiza la puesta en práctica de sofisticados mecanismos, para cuando comience la temporada turística de verano.

También se ha dicho que las autoridades aéreas españolas investigan las denuncias que ha hecho el comandante Barker sobre los dos accidentes que asegura haber evitado.

Las investigaciones españolas no parecen haber confortado a Barker, que ha afirmado que él no es un hombre «excitable» pero se encontró en ese estado cuando se halló sin respuesta en el aire, después de haberse hallado frente al El AI, «cuyo capitán seguramente no conocía la posición en la que yo estaba».

Dos sustos en diez minutos

Los dos incidentes de los que ha hablado Barker se produjeron con diez minutos de intervalo uno de otro. El avión de El Al era un Boeing-747 y el Dan Air era un 727. Cuando estuvo a punto de chocar con el primero., Barker volaba a unos 11.000 metros, por indicación de la torre de control. Ambos iban a una velocidad combinada de 450 millas por hora y la distancia que pudo recorrer Barker para evitar la embestida fue mínima: lo que le permitieron alcanzar los dos segundos durante los que dice que maniobró «Si hubiera habido niebla, el desastre hubiera sido inevitable, pero afortunadamente eso no ocurrió».

El otro incidente del que habla Barker ocurrió más cerca de Valencia. El volaba a unos 8.000 me tros. La torre de control le dijo que descendiera a unos 2.000 metros de altura. Al conocer Barker la posición del Boeing de Dan Air, que volaba también desde Inglaterra hacia Valencia y que se hallaba en su mismo espacio aéreo, a una altura ligeramente inferior, evitó el descenso que se le aconsejaba y que le hubiera colocado en algún momento en colisión con el otro aeroplano.

Barker ha recordado que el control del tráfico aéreo en España no cuenta con radares para situar a aviones en ruta. «Sus materiales son los que se utilizaban en otros países europeos hace veinte años, cuando los aviones volaban a 150 millas por hora, por ejemplo. Ahora los aviones vuelan a tres o cuatro veces esa velocidad. El Sunday Times de Londres, recoge junto con las declaraciones de Barker las de un controlador aéreo de Barcelona al que no identitica.

«No hay más colisiones aéreas porque Dios no lo quiere», es el comentario del técnico español.