Incidente ente el alcálde, y el director de la academia "José Antonio"

De allanamiento calificó el director de la Academia Nacional José Antonio la irrupción en el edificio de la comitiva municipal que acompañaba al alcalde de Madrid, Juan de Arespacochaga, durante la visita que giró ayer por la mañana al distrito municipal de Chamartín.

Con anterioridad al comienzo de la visita, se dio posesión a los componentes de las comisiones asesoras de la junta municipal en cuestiones de urbanismo y cultura, presididas las dos por el concejal Enrique Castellanos, presidente, a su vez, de la Junta Municipal del Distrito de Moratalaz y vocal de la de Chamartín.Destacó el alcalde tres puntos que, a su juicio, son de la mayor importancia para que efectúen su labor a pleno rendimiento: voluntariedad, honestidad y asepsia política de las asociaciones.

Sobre la voluntariedad apreció el alcalde que el muy difícil de encontrar; sobre la honestidad, que hay que distinguir entre asociaciones de vecinos y asociaciones de unos vecinos, «ya que estas últimas pueden ser portavoces de unas necesidaáes particulares y no colectivas»; sobre la asepsia política de las asociaciones vecinales, afirmó que es imprescindible.

Los vecinos asistentes, miembros de las comisiones asesoras, replicaron estos extremos a los periodistas presentes afirmando que «el alcalde introduce unos elementos discutibles y capciosos, a menos que lo explique con mayor detalle». Quisieron dejar claro también que no habían sido convocados por el alcalde para representar al Ayuntamiento, sino que habían sido elegidos directamente por las asociaciones de vecinos que participan en las comisiones -de Chamartín, Prosperidad y Amas de Casa- «Nuestro papel, pues, es de observación crítica, no de apoyo.»

La visita, a lo largo de todo su recorrido, no tuvo especiales relevancias. Todo se limitó a exponerle al alcalde los principales puntos de desarrollo con que se enfrenta el distrito: polígono 20 de la avenida de La Paz, colegio de la Colonia de los Socialistas, estacionamientos subterráneos junto al Bernabéu, reparcelaciones, etcétera.

Sin embargo, hubo un pequeño altercado cuando se llegó a visitar la que fuera sede de la Escuela de Mandos José Antonio. No avisado de la visita, el director del centro concibió la entrada de la comitiva en el edificio como una especie de allanamiento. Zanjado el tema de la pertenencia del inmueble por el alcalde, éste, seguido de sus delegados, se retiró, mientras el director le seguía para afirmar: «Además, hemos de considerar que esto es un allanamiento y podría haber llamado a la fuerza pública para que les expulsara.