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El Getafe no tuvo fe en sus posibilidades

El Getafe quedó eliminado del torneo de Copa, al no poder superar el 2-0 a favor del Celta ventaja que obtuvo el equipo gallego en el partido de ¡da. El partido fue terriblemente soso y aburrido con un Getafe sin demasiada convicción en las posibilidades que tenía de vencer y un Celta cobarde, reservón y que se limitó a dejar pasár los minutos sin intentar apenas alguna jugada ofensiva.Desde un principio el Celta renuncio al ataque. Sus hombres puntas se mantuvieron en posiciones algo avanzadas, más para evitar que su rival se volcase con todos sus efectivos sobre su propia puerta que para jugar el balón. al ataque. A los 43 minutos Mori, oscurecido por Amunárriz, realizó el primer disparo a puerta de su equipo, que luego en la segunda parte tiró tres veces sobre Cervantes, sin que fuera necesaria la intervención de éste.

El Getafe, por tanto, tenía algo ganado de antemano. Sería muy difícil que encajase un gol, lo que le supondría casi imposible poder superar la eliminatoria. Pero a pesar de eso siempre Luis se mantuvo en su posición de hombre libre, por lo que el Getafe nunca se lanzó a una abierta ofensiva. Falló una vez más el remate porque los muchachos de Segura jugaron con una ingenuidad propia de infantiles. Ni siquiera la entrada. de Salazar por lesión de Chaves agilizó el juego local.

Tuvo su defecto el Getafe en su falta de fe en la victoria. El. Celta demostró ser un equipo vulgar, feo y experimentado, y desde luego batible. Su fortaleza defensiva nació de los propios fallos de sus rivales, mientras que los jugadores que ocuparon posiciones más avanzadas se dedicaron a parar el juego constantemente. El Getafe no supo ganar y desperdició las ocasiones de gol que tuvo; la más clara se produjo a los diez minutos de juego cuando Cruz y Romero no llegaron de cabeza a un balón, que sólo hacía falta empujarle, y luego posteriormente cuando botó, tampoco llegaron. ni Chaves ni González. Había sido la ocasión que precedió a las de Nárriz y Cruz posteriormente, cuando botó, también siguió dominando pero sin remate alguno. Así era difícil superar a cualquier rival por inferior que éste fuera; porque el Celta, en Las Margaritas, no demostró ninguna superioridad y imenos juego de Primera División.

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