Unitarismo escindido
Los sindicatos unitarios, surgidos de la corriente minoritaria de Comisiones Obreras tras la asamblea de Barcelona, y auspiciados fundamentalmente por el Partido del Trabajo y la Organización Revolucionaria de Trabajadores, han puesto de manifiesto con sus respectivas asambleas unitarias del domingo, una en Vallecas y la otra en Alcobendas, que muy probablemente estemos en los umbrales de una nueva ruptura y proliferación de siglas sindicales.Mientras los afiliados a las centrales sindicales siguen siendo proporcionalmente una minoría, y pese a que todas las organizaciones (Comisiones, UGT, CNT, USO y los unitarios) hablan de la necesidad de evitar el fraccionamiento de la clase obrera y las dependencias de los partidos políticos, lo cierto es que, en el escaso plazo de un año, están demostrando en términos generales todo lo contrario de lo que propugnan. La mayoría de la clase obrera, cuando lo que necesita es claridad tras tantos años de verticalismo, lo que está recibiendo de las distintas centrales es, en términos generales, confusión y desconcierto.
Los ataques de unos grupos a otros son anecdóticos ante la grave contradicción que plantean con sus postulados de unidad. Los líderes del Partido del Trabajo, en rueda de prensa, acusaron de violentos a sus hasta ahora aliados de la ORT, mientras que éstos dicen que aquéllos se han querido apropiar del sindicato unitario y que, a la vista de la asamblea de Vallecas, han tenido que convocar la reunión de Alcobendas al verse sorprendidos. Entre unos y otros se están disputando la minoría afiliada en vez de conquistar con la seriedad de sus alternativas a la mayoría de la clase trabajadora, todavía hoy sin carnet en medio del derrumbamiento del verticalismo y la crisis económica.
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