Metió la cabeza entre dos hierros
El niño de cuatro años Manuel del Pozo tuvo que ser rescatado ayer por el Cuerpo de Bomberos después de que introdujera su cabeza entre dos barrotes de una barandilla, en donde quedó apresado. Ante la imposibilidad por parte de los familiares de extraer la cabeza del pequeño de entre los barrotes, los bomberos lograron, sin hacer uso del gato de uña que emplean en estos casos, poner al niño a salvo. El hecho sucedió durante la mañana, en el número 16 de la calle de Santa Susana.
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