El Athletic sorprendió a un orgulloso Barcelona

Iríbar no ganó ayer en San Mamés el sueldo. Losiugadores del Barcelona no hicieron que el veterano internacional trabajase en los noventa minutos de partido. Mora, sin embargo, libró al equipo azulgrana de una abultada derrota. Sus providenciales paradas impidieron una afrenta aún más cruel que el 0-2 encajado en el Camp Nou hace once días.Koldo Aguirre dispuso sobre el campo un sistema cifrado en un 3-4-3. Conocedor de que el Barcelona actúa con un falso extremo izquierda, como Clares, o Cruyff cuando decide entrar en faena por aquella banda, el técnico rojiblanco prescidió del as. Guisasola se encargaba de Clares, y Escalza de Heredia. Alexanco, entonces, se convertía en líbero. En el centro del campo, Villar se pegaba a Cruyff, y Rojo II, a Sánchez, Neeskens no dejaba tranquilo a Churruca, y Asensi -luego Costas- se ocuparía de Irureta.

La táctica de KoIdo Aguirre dio resultado, en líneas generales. Permitía al Athletic adueñarse del centro del campo e incorporar cinco elementos a la delantera. No obstante, el planteamiento funcionaría mientras se mantuviera el pressing por todo el campo. A Irureta le falló el marcaje -recíproco- a Asensi, y el azulgrana aprovechó la oportunidad para batir a Iríbar.

Cruyff no quiso jugar en la primera mitad. 0 Rinus Michels le obligó -situación harto extraña- a mantener una posición inamovible en la línea divisoria de los dos campos. Villar, atado al holandés y merced a la complicidad de éste, veía así facilitadá la labor de marcarle.

La actuación de Mora resultó providencial en San Mamés. Car-los, en el minuto ocho, remató un centro de Rojo que pegó en su cuerpo; a Alexanco le despejó un balón en el veintiuno, que se colaba por una escuadra, y a Dan¡ le blocaba en el 37 un remate fortísimo y ajustado al palo izquierdo.

Cruyff quiso jugar en la segunda mitad. Pero no tenía a nadie con quien hacerlo. Heredia ya se había aburrido de balones bombeados, y Clares deambulaba sin encontrar un sitio apropiado para colocarse. Sánchez estaba demasiado preocupado con Churruca, y Neeskens, lesionado Migueli, hacía funciones de defensa central en él marcaje de Carlos. En este tiempo, roto un tanto la intensidad del pressing de los 45 primeros minutos, el. Barcelona llegó una vez al portal de Iríbar con peligro. El guardameta detuvo con seguridad el remate de volea de Heredia.

El Athletic se impuso conjusticia al Barcelona. Por sentido de la anticipación, por valentía ante el juego ofensivo y por entrega en una dura labor: destruir el juego azulgrana para construir un fútbol avasallador. El Barcelona, no obstante, perdió con el orgullo y la vanidad del cuadro que se reconoce sorprendido pero no ceja en el empeno de subsanar el yerro cometido hace onc.e días en el Camp Nou.