El caso de Los Gorilas exige urgente solución

La posible desaparición del club Los Gorilas -que ha conseguido para España lo mejor de sus victorias a nivel internacional- por el simple hecho de no tener dónde entrenar, es algo que no puede pasar inadvertido a ningún aficionado, y que habla de la extraña política deportiva que se hace en algunas federaciones.Amando Prendes Viñas, entrenador de este club, y al mismo tiempo del equipo nacional, recibió el pasado diciembre una carta de Ensidesa en la que se le prohibía seguir utilizando el pantano de Trasona, donde entrenaba desde 1964. El motivo de la empresa para esta decisión se basa en la excesiva cantidad de deportistas que utilizan esta presa, y que hace imposible la cabida de todos, dado que la empresa está radicada en Avilés, y son los clubs avilesinos los que tienen prioridad. El entrenador de Los Gorilas asevera que esto no es motivo suficiente, dado que Los Gorilas entrenan a horas anormales, como son las nueve de la mañana en días laborables, y las 7.30, también de la mañana, en festivos, y que nunca su club ha coincidido con más de cinco piraguas de otros clubs, y que espacio hay más que suficiente. La proposición de Ensidesa es el embalse de Veriña, a unos veinte kilómetros de Candás, pero muy mal comunicada, lo que le hace de todo punto inviable por el alto costo de los traslados. Otra solución -tal vez la mejor- sería utilizar el embalse de La Granda, a sólo siete kilómetros de Candás, pero esto es poco menos que materia reservada, dado que aquí está la residencia que utilizaba el general Franco en sus visitas a Asturias, y ahora depende de Administraciones Especiales, lo que, según palabras del entrenador, hace muy complicados los trámites.

En este punto se encuentran los palistas de Los Gorilas, que esperan que la Federación interceda cerca de Ensidesa a fin de lograr el permiso para continuar entrenándose en Trasona. La Federación, hasta el momento, se muestra totalmente impotente para solucionar algo, ya que el presidente actual lo es sólo en funciones y andan en pleno alboroto electoral.

Amando Prendes está muy preocupado con el futuro de su club, y un tanto desmoralizado por el nulo apoyo de toda índole para solucionar el problema. Es triste ver cómo unos amateurs con 20.000 pesetas del Ayuntamiento de Candás por toda subvención, y sin ninguna otra ayuda por parte de la Delegación Nacional, que no les ha incluido en el presupuesto de este año, vencen ocho veces en el Campeonato de España y clasifican a algunos de sus palistas que, como en el caso de Herminio Menéndez, ganan la plata en Montreal.

Con este orden de cosas no sería nada extraño que el club Los Gorilas dejara de existir, y con ello la administración del deporte español obtuviese otro triunfo negro.