Pedir peras al olmo
« ... Aunque las normas electorales sean satisfactorias y se logren las garantías mínimas exigidas por un proceso electoral democrático, todo puede quedar en agua de borrajas. Con toda urgencia hay que poner los medios para evitar que las próximas elecciones supongan la resurrección del pucherazo, en esta ocasión promovido por un franquismo que está todavía vivito y coleando, y que después del fracaso de otros métodos puede estar maquinando una operación revancha. Bastarla poner en juego el tejido de relaciones y complicidades urdido durante tanto tiempo. Especialmente en las zonas rurales persisten los mecanismos oligárquicos, y los caciques que han servido a la dictadura no han visto disminuida su influencia. Ese invisible sistema que si lo necesita será capaz de echar mano de las más añejas. artimañas de la picaresca electoral, puede pesar decisivamente en los resultádos eIectorales...Para hacer imposible la vuelta de los fantasmas son imprescindibles al menos dos medidas. En prímer lugar, una electiva disolución del Movimiento organización, que ha perdido sus postreras razones de existir una vez aceptado el pluralismo de partidos. Los vestigios del partido único nada pintan en la presente circunstancia. En segundo lugar, un adecuado sistema de incompatibilidades e inelegibilidad que no se limite a prescribir la dimisión anticipada de los cargos oficiales, locales que desean, presentar su candidatura. Tal formalismo no garantiza nada. O mejor dicho, garantizaría el copo franquista logrado además por procedimientos de dudosa ortodoxia democrática...»
21 de febrero
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