Extranjeros en España
A nadie se le oculta que en nuestro país están afincadas una serie numerosa de personas de otras nacionalidades. Desde hace tiempo, diversas publicaciones, de forma esporádica, se han hecho eco de las actividades de muchos de los extranjeros que viven entre nosotros. De manera implícita se ha dejado entrever que la conducta desarrollada por parte de estos grupos se extralimita de los cauces contemplados en nuestras leyes.El control que el Estado ha venido ejerciendo sobre las diferentes colonias extranjeras en España no ha sido riguroso. Es más: puede decirse que en determinados períodos ni ha existido. Ni que decir tiene que las entradas y salidas de los no nacionales ha corrido suerte pareja. A cualquiera de los españoles que a lo largo de los últimos diez años hemos cruzado nuestras fronteras nos ha chocado por paradójico -y discriminatorio a la vez- la meticulosidad puesta por los agentes aduaneros en nuestros pasaportes, maletas, bultos, automóviles, etcétera- (hasta cierto punto lógico) mientras que a los extranjeros, se les eximía en la mayor parte de las ocasiones de estos formulismos. Es muy posible que algún cargo de la Administracion tenga dudas con lo expuesto. De lo citádo se puede pensar, y así ocurre en realidad, que un número crecido de extranjeros, -cuya identidad y actividades son desconocidas, escapan a todo tipo de fiscalización por parte de la Administración, y por ende, del Estado. Madrid, Barcelona, Extremadura, Alicante, Mallorca, Cádiz, Málaga, Tenerife y Gran Canaria, son puntos primordiales de asentamiento, actividad y tráfico de numerosos extranjeros incontrolados. Sabemos, por otra parte, que en los países de origen de la mayoría de estas gentes (USA, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Suecia e Italia) no ocurre fenómeno similar. Al margen de la experiencia personal que pudiera aportar, el testimonio de cientos de españoles nos sacarían de dudas en cuanto, a la «facilidad» para entrar y salir de EEUU o Gran Bretaña, por poner dos ejemplos enteramente válidos. A raíz de los hechos últimamente acaecidos, es opinión generalizada, que se ha intentado un asalto al poder. Ello no admite duda, así ,como tampoco la admite el que facciones no poseedoras en buena ley de pasaporte español (no se excluyan todos los demás) han promocionado y potenciado el intento. Es posible que el poder lo desconozca, aunque no es creíble. Sería loable que en estos momentos, en que pese a todo, la nación va encontrando su verdadero camino, el Estado, que hasta ahora ha ejercido un severo control sobre sus nacionales, lo ampliara por igual, a los que moviéndose dentro de su órbita, no lo son.
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