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Montal amenaza con dimitir

Las declaraciones de Rinus Michels en la prensa ha causado un enorme revuelo en Barcelona. El entrenador, por una vez, se ha politizado y ha ido mucho más allá de lo que normalmente suele ir cuando habla los viernes del partido del próximo domingo. Los periodistas nos vimos con la sorpresa, hace 48 horas, de que Michels en lugar de sentar el tema en el encuentro contra el Salamanca, se fue por las ramas y dijo una serie de cosas que suenan más a política que a deporte. Por ejemplo señaló, que «normalmente el Barcelona debería utilizar no los colores azul y grana en la camiseta, sino los de la bandera catalana, puesto que a partir de los últimos incidentes del asunto Melero-Cruyff, los equipos van a ir a ganarle a su conjunto no por llamarse Barcelona, sino por ser catalán». También se refirió a los arbitrajes, y dijo textualmente «que el Madrid este año está teniendo unos arbitrajes normales y por eso va en esta situación en la tabla clasificatoria, al contrario de años anteriores en que los árbitros los tenía a favor, y por eso ganó la Liga». Este comentario fue ciertamente sorprendente, porque hay que recordar que, precisamente Michels ganó una Liga con el Barcelona en la temporada 1973-74. Y precisamente no se refirió a ninguna ayuda arbitral en la obtención de ese título. Pero no quedó ahí la sorpresa de cuantos estuvimos escuchando las palabras del entrenador azulgrana, que nos iba sorprendiendo cada vez que abría la boca. Por ejemplo, siguió diciendo que «el Barcelona ha sido siempre un equipo perseguido por los árbitros. Y esto lo vamos a tener igualmente a partir, de ahora, puesto que los colegiados se van a sensibilizar mucho por lo ocurrido el pasado domingo en el Camp Nou».Sigue el affaire Melero-Cruyff

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El careo entre Cruyff

También reproduce la prensa de Barcelona de ayer una frase del presidente Agustín Montal, pronunciada a la salida de la reunión de la comisión de la Liga profesional de fútbol el último viernes en Madrid, es decir, hace escasamente 48 horas. Al parecer, Agustín Montal, al despedirse dijo textualmente: «Me voy a Salamanca, en mi último viaje oficial como presidente del club azulgrana». Esta frase ha caído como un jarro de agua fría en toda la afición barcelonista. Ya se empieza a epecular sobre lo que puede ocurrir la próxima semana respecto a Cruyff, y el convencimiento hace unos días de que la sanción quedaría en un sólo partido, se ha disipado. Ahora ya se teme que el comité de competición castigue duramente al capitán azulgrana privándole de actuar en el conjunto durante tres o cuatro jornadas.

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