El reglamento de la Federación, severo y tajante con los seleccionados
Miguel Angel ha dado marcha atrás después de su negativa a integrar la selección designada por Kubala para actuar el próximo miércoles en Dublín, en partido amistoso, frente a Irlanda. El portero del Real Madrid ha ojeado las obligaciones que impone el Reglamento de la Federación Española y ha optado por seguir «la letra de la ley». Paco, en Sevilla, olvidado a última hora, ha anunciado que nunca más volverá a la selección.
El Reglamento de la Federación Española de Fútbol es tajante a la hora de sancionar aljugador que se niega a acudir a la llamada del seleccionador nacional. Los artículos 361, 363 y 364 especifican las obligaciones de los futbolistas elegidos para vestir la camiseta de ese conjunto. El léxico empleado es riguroso: el jugador «deberá presentarse inexcusablemente en el iugar, día y hora que sea convocado»; deberá «cumplir escrupulosamente las instrucciones que genéricamente reciba»; cuidará «en todo momento de que su conducta individual y colectivamente sea la que corresponda a la especial representación que ostentan ».Las sanciones previstas por el Reglamento para los jugadores que observen una actitud contraria a dichos preceptos están contemplados en los artículos 383, 257 y 258. En el artículo 383 especifica que al futbolista se le puede imponer una «multa, amonestación verbal o escrita, suspensión según las escalas que se contienen en el artículo 257, y separación de la organizació.n federativa».
Miguel Angel, marcha atrás
El artículo 257 divide los grados de suspensión en mínimo, medio y máximo, y afecta en dos vertientes: partidos y tiempo. El jugador puede ser suspendido por un mínimo de un partido y un máximo de veinticinco; un mínimo de un mes y un máximo de cuatro años. El artículo 258 considera que tales suspensiones llevan parejas una multa «en cuantía de mil pesetas por cada partido que comprenda, y la privación de sus compensaciones contráctuales correspondientes al período de inactividad. Cualquier pacto suscrito por un club con sus jugadores, entrenadores oauxiliares en contra de esta disposición se tendrá por no puesto».En el capítulo de recompensas se citan dos artículos: 371 y 372. En el primero se determina que el jugador que actúe por primera vez con la selección «merecerá el emblema de oro de la Real Federación», y que si las actuaciones fueran tres, «tendrá derecho a que se le expida el carné de jugador profesional, que le otorgará el de acceder libremente a todos los campos de los clubs federados» -sólo a título anecdótico diremos que Miguel Angel, que superó esa cifra de actuaciones, no lo posee-, y si llegaran a veinticinco, será acreedor a la insignia de oro y brillantes».
El portero del Real Madrid, reacio en un principio a acudir a la llamada del seleccionador nacional, ha dado marcha atrás. Después de una amistosa charla con el presidente de su club, Santiago Bernabéu, y de ojear sus derechos y deberes como jugador profesional federado, ha accedido a incorporarse al grupo de seleccionados. «Al margen queda mi relación con el entrenador; me limito a seguir la letra de la ley; esto va a ser incómodo, pero la tirantez a mí no me va a afectar.» Miguel Angel desea aclarar que nunca se negó a «defender los colores nacionales». En lo que respecta a Kubala, el guardameta entiende que «él es un profesional cuyo trabajo consiste en formar y dirigir la selección española». Por su parte, «yo me limitaré a realizar la labor que se me encomiende del mejor modo posible».
Al lado de su modo de pensar subyace la incógnita de su titularidad en Dublín. «Me sentiría alegre de que Arconada jugara; ha hecho méritos para ello. No me planteo que el olvido en la preselección y mi posible suplencia en Irlanda sea un intento de hacerme bajar las orejas. Sobre el tema Paco, aye posible titular y hoy ignorado, el jugador del Real Madrid es tajante: «Resulta injusto jugar con los sentimientos de una persona.»
Paco y el centralismo
Para el guardameta del Sevilla Paco, casi todo el asunto se reduce a una cuestión de centralismo. Me nos goleado que Miguel Angel y con una defensa teóricamente in ferior, aunque criticado por lo cuatro goles encajados en Las Pal mas el sábado pasado, Paco, conocedor de que. «no iba a viajar hasta Dublín», se ha declarado hombre de una «sola palabra». No quiere diálogos con el seleccionador: «Nunca más volveré a la selección.»
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