Lucha general en Europa contra los planes de austeridad
En todos los países de Europa occidental se han registrado en 1976 fuertes tensiones entre las centrales sindicales y los gobiernos, derivadas de la crisis económica. La situación no variará esencialmente en 1977, según un estudio publicado por Eric Wigham en The Times.En Francia y en Italia, millones de asalariados han realizado numerosas huelgas en protesta contra los programas antiinflacionistas de austeridad. En Francia, la jornada nacional de protesta del 7 de octubre, que fue secundada por cinco millones de trabajadores, se ha considerado como una de las manifestaciones de descontento más inquietante desde los sucesos de 1968. También en Italia, durante el pasado año, ocho millones de trabajadores pararon durante algunas horas, en protesta contra el Gobierno.
Pacto social británico
El Reino Unido se ha visto libre de grandes conflictos en 1976, debido al pacto social entre el Gobierno y la Trade Union Congress (sindicatos), que ha sido respetado pacíficamente pese al creciente descontento.En estos tres países, los empleados del sector público son los que más se han rebelado contra las restricciones privadas y las reducciones de fondos públicos. En Gran Bretaña y en Italia fueron los trabajadores mejor retribuidos quienes más protestaron por la congelación de sus ingresos.
En Francia y en Italia, los gobiernos intentan poner coto a los aumentos automáticos de salarios convenidos en épocas de prosperidad, encontrándose con una decidida oposición. Los dos gobiernos perseguirán, sin duda, con determinación, en los próximos meses, estos objetivos, frente a los sindicatos que no se muestran aún partidarios de ceder.
En Gran Bretaña se espera la inmediata solicitud de una vuelta a la libertad de negociación colectiva cuando se termine la fase actual del pacto social.
Serenidad germánica
Los alemanes, en líneas generales, han gozado de mayor tranquilidad laboral que el resto de los países en 1976. Sin embargo, la República Federal Alemana sufrió, en los meses de abril y mayo, cuando las patronales de artes gráficas y prensa se enfrentaron a una huelga parcial en solicitud de aumentos salariales, un lock-out -el primero desde el final de la guerra- que afectó a 80.000 trabajadores del sector. En los últimos meses del año ha habido también numerosos ataques de los sindicatos contra la impotencia del Gobierno para restablecer el pleno empleo.En Estados Unidos aumentaron también los paros, produciéndose algunas prolongadas pruebas de fuerza, como la huelga de la industria del caucho, que duró de abril a septiembre, y la de la Ford, que se inició en el otoño. Hubo, asimismo, una huelga salvaje de un mes, desencadenada entre julio y agosto, protagonizada por 90.000 mineros.
Italia, en cabeza
Las estadísticas de la Organización Internacional del Trabajó (OIT), referidas a 1975, dan el siguiente número de jornadas de trabajo perdidas por mil trabajadores: 390 en Francia, 10 en Alemania, 1.640 en Italia y 540 en Gran Bretaña. En estas cifras se considera, a menudo, el cómputo de tiempo perdido en asambleas a causa de conflictos laborales. Los sectores en que con mayor frecuencia se han dado huelgas han sido la minería, la industria manufacturada, la construcción y los transportes. No recogiéndose, en muchos casos, la conflictividad en otras actividades menores, por lo que las cifras citadas habrían de multiplicarse por dos para conseguir un balance más aproximado a la realidad.Las cifras de conflictividad facilitadas por los organismos correspondientes de los distintos países difieren, sensiblemente, de las tablas de la OIT. Francia, en sus estadísticas, refleja que sobre los 3.868.926 jornadas de trabajo perdidas en 1975, 362.626 correspondieron a huelgas generales, como jornadas de acción nacional o conflictos regionales, correspondiendo el resto a conflictos de empresa o factoría. Cuando se conozcan los datos de 1976, según Eric Wigham, se comprobará que el porcentaje de jornadas de trabajo perdidas por llamamientos generales será muy superior al del año precedente.
La estadística británica indica, por otra parte, que el 98% de las empresas y el 81% de los trabajadores, por término medio, no han padecido conflictividad en un año.
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