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"Los verdaderos españoles del año son los que sufren, todavía, encarcelados"

ENVIADO ESPECIAL, «Los verdaderos españoles del año son los que sufren todavía encarcelados», comentó, ante los informadores, Santiago Carrillo al término de la fiesta celebrada en el Hotel Ritz para la concesión de los premios Mundo. El secretario general del Partido Comunista de España, con su inesperada presencia en la cena, hacía su presentación oficial en Cataluña, cuya visita terminará hoy.

El editor Sebastián Auger vivió lo últimos diez días rogando discreción a los representantes de las distintas facciones políticas catalanas invitadas a la cena del Ritz. con quienes había negociado la asistencia del comunista. Por otra parte el viaje de Santiago Carrillo fue conocido por el gobernador civil cuando el secretario del PCE volaba hacía Barcelona al ser advertida su presencia en el aeropuerto de Barajas desde donde avisaron al señor Sánchez-Terán. Momentos de tensión y consultas con Madrid El propio ministro de la Gobernación dijo a las autoridades catalanas que asistieran a la cena.Cerca de las diez de la noche el gobernador civil de Barcelona avanzaba hacia la presidencia cogido de la mano del anfitrión senor Auger quien le señaloel lugar donde no debía mirar. A la izquierda de la sala en la mesa 25. Santiago Carrillo estaba sentado junto a López Bravo. Minutos antes el secretario del PCE. Santiago Carrillo «Merece la pena haber venido sólo por la jefa del Gabinete Técnico del presidente Suárez. Carmen Díez de Rivera «A ver si luego charlamos y tomamos un chinchón» se habían saludado cordialmente, sin ningún protocolo. Dos incidentes, sin importancia pasaron inadvertidos para los asistentes. Santiago Udina Martorell,ante la presencia del discutido político, hizo un gesto de desprecio que los catalanes llaman fer-li botifarra y en el argot castellano corte de manga. Por su parte el director del diario bilbaíno La Gaceta del Norte abandonaba el jurado y se retiraba a sus habitaciones. Ramón Tamames presentaba a Santiago Carrillo a dos bellas amigas mientras en fila dos camareros esperaban que les firmase un autógrafo. Los flashes insistían una otra vez sobre cualquier sonrisa o saludo de Carmen Díez de Rivera. La designación de los elegidos español, mundial y catalán 76, era recogida brevemente por los informadores: en su habitación la 308. Santiago Carrillo intentaba conversar con los periodistas. Los funcionarios del Cuerpo General de Policía de servicio impedían la entrada en la salita a los periodistas. porque eran más de veinte, y no se había solicitado permiso gubernativo. La solución fue hacer dos conversaciones con dieciocho perioditas cada una.

"Hubiera preferido venir al mitin prohibido del Borne comenzó su charla el señor Carillo, sin embargo, he tenido que aprovechar esta invitación del señor Auger. Es una ocasión de conocer a ciudadnos españoles de otras ideologías y demostrar mí voluntad de convivencia. Realamente estoy muy satisfecho del ambiente de esta reunión. Siento que mi presencia aquí haya sido por sorpresa, pero asún no estamos en un régimen democrático y en esta transición no cabe duda que existen unas libertades reducidas para las fuerzas de izquierda."

El secretario del PCE confirmó su anterior presencia clandestina en Barcelona en tres ocaslones, la última en el pasado mes de agosto y anunció su propósito de reunirse con los directores de los medios de información cuyas redacciones visitó ayer y dejar "para otra oportunidad en que dispondré de tiempo suficiente, los contactos con los distintos grupos políticos". Insistió, con optimismo en que confía en el reconocimiento de su partido y está dispuesto a presentarse en las próximas elecciones como diputado por asturias y Madrid. "Estén convencidos añadió que en el próximo Parlamento los que representen al Partido Comunista reivindicarán el statut del 32."

Después de referirse a la necesidad urgente de iniciar una etapa de convivencia de todos los pueblos de España iniciada por una amnistía en la que "deben salir absolutamente todos", contó una anécdota que considera como índice de pérdida de dramatismo de los españoles: "Durante mi estancia en carabanchel me advirtieron que un oficial de prisiones que pensaba yo era el autor de la muerte de su padre, había prometido matarme. Tuve ocasión de charlar algunas veces con él. Cuando fui puesto en libertad este oficial se confesó a mis hijos y les dijo que durante años les habían lavado la cabeza y quería venir de vez en cuando a casa para charlas conmigo."

Durante dos días tres guardaespaldas de Santiago Carrillo, diez hombres de guardia personal puestos por Sebastián Auger y numerosos inspectores del Cuerpo General de Policía han cuidado que la primera visita del secretario general del Partido Comunista de España a Barcelona sea posible. Sebastián Auger y el señor Sánchez-Ferán duermen tranquilos.

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