El Hispano pide un programa financiero a doce meses

Aunque para poner en marcha un programa económico a medio plazo sería preciso definir las grandes opciones del desarrollo económico en los próximos cinco años y contar con el apoyo de todos los sectores afectados lo realmente urgente en estos momentos es algo menos ambicioso y bastante más sencillo: elaborar un programa financiero para los próximos doce meses.A tal conclusión ha llegado el informe del Banco Hispano Americano (BHA), Pulso Económico, que señala que este programa financiero comportaría una previsión de crecimiento de los recursos monetarios en 1977 y un objetivo de reservas internacionales que éste año debiera ser modesto.

El citado informe pone de manifiesto que la autoridad decidiría las proporciones del crédito disponible para el sector público y privado. La ejecución del presupuesto fiscal concretaría las previsiones respecto a los principales renglones de financiación: banco emisor, endeudamiento extranjero y sector privado. Por último, sería preciso que la autoridad económica definiese los grandes rasgos de la política de balanza de pagos partiendo del objetivo, previamente fijado, de reservas internacionales y de previsiones sobre la evolución de la cuenta corriente.

En un programa financiero como el apuntado, dice el BHA, Ias posibilidades de acuerdo entre los distintos sectores son muy elevadas:, en el marco de un horizonte temporal tan reducido, los objetivos son prácticamente el subproducto de las previsiones estadísticas o económicas efectuadas. «Las innegables dificultades del llamado pacto social pertenecen a un horizonte temporal mucho más largo. En este sentido, no sería correcto condicionar el éxito del programa financiero como instrumento de la política coyuntural a la consecución de un acuerdo global sobre las grandes opciones estratégicas de desarrollo económico a medio plazo. Uno de los pocos componentes del programa financiero a doce meses susceptibles de generar opiniones encontradas es la política cambia ría.»

Termina el informe del BHA poniendo de relieve que si de verdad no se quiere ir al restablecimiento del equilibrio mediante un programa generalizado de reducción del gasto, entonces la única alternativa es la aplicación de lo que los economistas llaman una switching expedinture policy (política de modificación del gasto público). «Y lo cierto es que el carácter de la política cambiaria viene perfectamente predeterminado cuando se elige una política de alteraciones de flujos del gasto para estimular la producción de bienes y servicios nacionales en lugar de una política que pretenda reducir la demanda efectiva».