Los depósitos de oro chino, entre Pekín y Taiwan
En 1973 un año después de su entrada en las Naciones Unidas, el régimen de Pekín advirtió al Fondo Monetario Internacional de la necesidad de expulsar de su seno al Gobierno de Taiwan. La intención de la China continental no estaba muy clara, pues si bien deseaba la expulsión de la otra China, manifestó no tener interés en convertirse en miembro de la poderosa organización monetaria con sede en Washington.Una explicación de esta actitud puede, quizás, residir en el hecho de que la República democrática no estaba dispuesta a cumplir con algunos requisitos de la carta del Fondo. Esta impone a sus miembros la obligación de facilitar ciertas informaciones financieras que los gobiernos comunistas consideran secretas -por ejemplo, el montante de las reservas en oro y divisas de los países miembros-. En su día la Unión Soviética prefirió renunciar a su derecho a ser miembro del Fondo con tal de no facilitar semejante información; China parece compartir ese criterio.
El hecho no hubiera pasado de ser un detalle digno de la atención de los eruditos, si no hubiera surgido, recientemente, la que podría calificarse de la «disputa del oro». De acuerdo con las decisiones tomadas en las dos últimas asambleas generales del Fondo, éste piensa devolver parte del oro que los países miembros tenían depositado como pago del antiguo tramo-oro de su cuota. Según estimaciones del Fondo, esa devolución, ascenderá a unos mil millones de dólares y de ella se beneficiarían sólo aquellos miembros que cumpliesen condiciones particularmente severas. Solo los grandes países industrializados y los exportadores árabes de petróleo podrán optar a la devolución del mencionado oro. ¿A quién devolver el oro chino?
Abril como plazo
La China insular, el régimen heredero del difunto Chiang Kai-shek, sigue siendo miembro del Fondo Monetario y reclama las 118.000 onzas de oro depositadas en el Fondo en 1946, antes de que Mao y los suyos concluyeran la mítica lucha por expulsar a Chiang de la China continental. Según el Fondo, Pekín deberá solicitar su admisión como miembro antes del próximo 1 de abril si desea que se le reconozca la propiedad del oro, ahora en disputa. Por el momento nada permite asegurar cuál va a ser la actitud del Gobierno de Pekín, y las actuales circunstancias de luchas internas no parecen ser el climamás propicio para tomar este tipo de decisiones. En caso de no solicitar su admisión, el Fondo ha hecho pública su intención de devolver el oro a Taiwan.
De todas formas el panorama es más bien confuso. Desde el punto de vista formalista, el Fondo puede apoyarse en los estatutos para devolver el oro mientras Pekín no sea miembro de la organización; por otro lado, su retorno a Taiwan plantearía graves problemas a Estados Unidos, y es seguro que en los primeros meses de gobierno Carter y Vance, su secretario de Estado, tendrán cosas más importantes de las que ocuparse.
Algunos países miembros del Fondo -se habla de Holanda, Francia, Bélgica, India, Irán y algunos africanos- están preparando una maniobra con el fin de impedir que el Fondo devuelva el oro si Pekín no responde a las condiciones y deja de solicitar su admisión antes de abril. Para ello cuentan con un valioso precedente, ya que cuando en, 1975, los comunistas derrotaron al régimen del mariscal Lon Nol, se perdió todo contacto con Washington. Aun cuando Cambodia no ha cumplido sus obligaciones con el Fondo, éste sigue considerándole país miembro y, teóricamente, el gobierno actual podría ocupar su sillón en cualquier momento sin especiales problemas jurídicos.
Las últimas informaciones indican que el director general del Fondo, el holandés Witteveen ha telegrafiado al presidente del Banco de China en Pekín, Chen Hsi-yu pidiéndoles la inmediata apertura de conversaciones respecto a si su gobierno piensa o no convertirse en miembro del Fondo.
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