Triste final

La última sesión del año no representó ninguna variación respecto a las precedentes. Si acaso hubo un mayor volumen de negociación, debido a que numerosas empresas quisieron figurar cotizando en esa señalada jornada.Pero en conjunto ha sido un final triste con aplastante predominio de las repeticiones (más de la mitad de los cambios) y con unas posiciones de cierre nada halagüeñas de cara al nuevo año.

No ha valido el discurso del titular de Hacienda para devolver el ánimo a la Bolsa y a pesar de que hiciera referencia expresa a la misma e Incluso apuntara ciertas reformas en orden de ampliar la oferta, la posibilidad de que intervengan nuevos intermediarios financieros y la revisión de la fiscalidad existente.

En el primer corro, Campsa, aparentemente abandonada por «la mano bienhechora», volvió a ceder, esta vez trece enteros más, y Tabacalera ni siquiera operaba.

Irregularidad en Eléctricas, pues al lado de las mejoras de las pequeñas sufren recortes las grandes (Fecsa, Iberduero e Hidrola), en parte por culpa de las ampliaciones que finalizaban.

En Bancos repiten casi todos los valores, excepto unos pocos (Latino, Hispano, Andalucía...) que aguantan costosamente el tipo. Gran bajón del Banco de Levante, que llevaba muchas semanas arrastrando papel.

Debilidad en Constructoras (Dragados, ni cotiza) y en Químicas, donde bajan Petróleos (-6,5) y Explosivos (-2).