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Adelante

Hoy los españoles decidiremos si dejamos o no a la democracia orgánica del franquismo en. la cuneta.La ley que se vota es imperfecta y ambigua, en cuanto a su contenido formal, y no abre el paso a unas Cortes constituyentes, ni siquiera deroga a las demás Leyes Fundamentales. Pero, si se llega a unas elecciones libres, nada impedirá que las Cortes elegidas sean, de hecho, constituyentes, y el principio de la soberanía popular, ejercido mediante el sufragio universal, permitirá a los españoles, por primera vez en cuarenta años, elaborar democráticamente su convivencia colectiva. Está aún muy lejos la democracia y aún no estamos en la libertad. Pero el referéndum es un primer paso que nos puede llevar, aunque sea de un modo otorgado, hacia las metas democráticas. Es cierto que el origen del proyecto de ley no es democrático, y que la Oposición ha estado marginada de su elaboración. Pero no es menos verdad que el proyecto recoge una parte amplia de las aspiraciones de la mayoría de los españoles, incluida la Oposición.

Desde esos supuestos hubiera sido deseable que la Oposición y el Gobierno hubieran encontrado una fórmula de negociación aceptable, para unir sus esfuerzos en pro de la democracia frente a los que se atrincheran detrás de las caducas instituciones franquistas gritando y votando no a la democracia y a la libertad. Pero un lamentable error de planteamiento del Gobierno condujo a una excesiva manipulación propagandística del voto favorable, junto con demasiadas dificultades, cortapisas y detenciones, para los que propugnaban la abstención. Esa propaganda, esa manipulación y esa falta de libertades dieron argumentos a los partidarios de la abstención que, en el fondo, están deseando que triunfe el referéndum, porque si ganaran los partidarios del «no», las cosas se pondrían muy mal, la Oposición se llevaría un susto tremendo y, de imaginárselo, iría pian, pianito a depositar sus papeletas con el sí. A veces, en política como en todo, no se puede llegar a la meta por el mejor camino. Pero lo decisivo es llegar, y por eso, la mayoría de los españoles están convencidos de que lo urgente y útil es ir a las elecciones generales, realizadas en libertad e igualdad, sin exclusiones ni favoritismos. Eso se presenta todavía bastante lejano y difícil, y el referéndum de hoy franquea una valla importante del camino. Cada uno debe entendérselas con su conciencia y con su responsabilidad, pero cada uno tiene también la obligación de ser práctico y no facilitar las cosas al adversario por descuido, tozudez o ingenuidad. Y en este caso, para los demócratas, el adversario coincide con los partidarios del « no » .

15 diciembre.

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