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Aumentar el caos, única solución al problema del tráfico

La solución al caos del tráfico madrileño es que el caos aumente. Esto es, más o menos, lo que ayer anunció el alcalde de la capital de España, señor De Arespacochaga, a los periodistas. La teoría de la primera autoridad madrileña, que se convertirá en plan concreto en breve, según aseguró él mismo, consiste en hacer tan difícil la circulación rodada por la ciudad que el usuario del vehículo privado desista y deje el coche aparcado en su casa o en el garaje

Para conseguirlo, el señor De Arespacochaga anunció el establecimiento de una serie de medidas disuasorias que hagan incómodo el acceso a determinadas zonas de la ciudad.Precisamente ayer se produjo uno de los más graves colapsos circulatorios de los últimos meses. Toda la zona norte de la ciudad, principalmente en las cercanías del eje Norte, en la avenida del Generalísimo, se vio afectado por el enorme embotellamiento, originado en principio por una larga avería de los semáforos y agravado además, por otra sufrida por un tren del Metro en la estación de Ríos Rosas, lo que obligó a la suspensión del servicio en la línea y al retraso de los trenes en varias otras.

El alcalde, que aludió precisamente a este fenomenal atasco, para diagnosticar que «la circulación en Madrid ha llegado ya a un momento muy malo», explicó, además, otras cuatro causas que han contribuido a agravar el problema: las obras del puente del Rey, que será cortado al tráfico en enero, el estrechamiento en los accesos a la M-30, el cierre temporal del Viaducto y el mal estado general de los semáforos de la capital.

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