"Pastelito" Díaz amargó la fiesta al Getafe

Pastelito Díaz se encargó de amargar la fiesta al Getafe, un conjunto que necesitaba amarrar puntos en casa y que ha visto volar el quinto consecutivo de Las Margaritas. El Levante jugó a su aire, sin achicarse ante la acometividad del Getafe y siempre con el pulsador del contraataque listo. La defensa y línea de medios de los locales facilitaron el empate a los valencianos.La historia del encuentro hubiera sido otra si en el minuto once Salazar remata fuerte un balón que devolvió el larguero sobre la línea de gol, consecuencia de un cabezazo de Romero, y que Sierra sacó en última instancia después de que el goleador del comienzo de la Liga empalmase suavemente. Porque un gol en contra hubiera resquebrajado el montaje defensivo que dispuso el Levante en Las Margaritas; lo hubiera abandonado en busca de una victoria.

Desperdiciada la ocasión, Cruz y Alfonso, dos jugadores con parecidos caracteres, no hilaban fino a la hora de defender su marco. Valdés, González y Zambrano, en el centro del campo, entretenían el balón en demasía. Salazar luchaba en solitario en la banda derecha y Romero se encontraba con el marcaje directo de González y José. Javi, bullidor en su banda, se perdió en regates sin número. La entrada de Escalante y Nárriz, en la segunda parte, no varió el panorama, aunque el delantero centro fuera más osado que Romero en los balones altos.

El Levante buscó de principio a fin la cabeza de Pastelito Díaz, un hombre que en Las Margaritas dio la impresión de resultar sólo dulce en el juego aéreo; con el balón raso, su fútbol resultó soso. Alvarez, rápido e incisivo, chocó con el marcaje de Amunárriz. Pero la línea de medios marcaba encima, soltaba el balón con rapidez y nutría las bandas de centros. El juego de los valencianos, aún falto de mordiente, atacó los nervios de un equipo que ha perdido parte de la confianza en sí mismo. El Getafe tuvo dos minutos de alegría. El resto del tiempo la locura y demencia de los puntos se impuso a las ideas del fútbol.