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Reportaje:

El plan de la avenida de La Paz, un gran negocio para algunas inmobiliarias

Una de las grandes jugadas especulativas que permitiría el Plan consistiría en la posible transformación de la actual estación de Atocha, (unas sesenta hectáreas), en un gran complejo familiar-comercial similar al de AZCA, de la avenida del Generalísimo. Según las actuaciones previstas, se potencia una actuación inmobiliaria y de obras públicas en la que van a circular más de 320.000 millones de pesetas, se construirán unas 54.000 viviendas y se instalarán en toda la zona unas 280.000 personas nuevas.La idea de la apertura de una vía de tráfico Norte-Sur, utilizando la vaguada del Arroyo del Abroñigal, constituye una constante en todos los planes generales que ordenaron el crecimiento urbano de Madrid en este siglo. La idea básica de la que será la autopista de La Paz se menciona ya en el Plan Zuazo-Janssen, de 1929; en el Plan Bigador, de 1941, y en el Plan General del Area Metropolitana, de 1961.

El informe analiza el hecho de que sólo cuando la industria del automóvil ha adquirido un auge muy importante, y se produce el apoyo oficial a la concentración del capital en el sector de obras públicas (ambos íntimamente unidos), es cuando se acomete su realización.

La avenida de La Paz forma parte del Tercer Cinturón de Madrid. contemplado a su vez en el programa de la red arterial de Madrid confeccionado como proyecto el 1962 y aprobado el 1967. La avenida tiene características de autopista, es decir, elevado standard de diseño, control total de accesos, enlaces a diferente nivel, etcétera. Tiene 13,5 kilómetros de longitud y una anchura mínima de 120 metros, con cuatro vías y tres carriles para cada vía. El Ministerio de Obras Públicas proyectó y construirá la autopista, mientras que el Ayuntamiento aportará el suelo necesario. La superficie afectada por el Plan se extiende desde la zona de la estación de Chamartín hasta la de Entrevías, en el sur de Madrid. siguiendo la línea ligeramente curva del Arroyo Abroñgal, incluyendo la zona ferroviaria e industrial de Atocha-Delicias y Embajadores. Son 1.290 hectáreas en total.

Población

Dada la gran extensión del Plan, los asentamientos de la población y de la industria actuales son muy variados,, desde las chabolas de Entrevías hasta los pisos de catorce millones del Pinar de Chamartín. Agrupándolas por bloques de caracteres podríamos mencionar:,- Las viviendas construidas por sus mismos moradores en la posguerra, bajas, pequeñas, algunas con pequeñas huertas adosadas, sin alcantarillado ni agua corriente, con calles de tierra en estado natural, ocupadas por peones de albañil, traperos y trabajadores de los oficios peor pagados. Pertenecen a esté grupo los barrios de Valdevivar, Querol, las viviendas del Arroyo Abroñigal en su cruce con López de Hoyos, las bolsas aisladas de las colonias lbarrondo, Mahou y Quinta de la Paloma, marginadas del resto de su zona: los barrios de San Pascual y la Alegría (más de novecientas viviendas). Al sur de la avenida del Mediterráneo y de la Albufera, el Plan afecta al límite occidental del Puente de Valletas. con las colonias de Doña Carlota, Peña Prieta y Puente Vallecas, suburbios sur Gidos en la segunda mitad del siglo pasado, de pésimas condiciones higiénicas. Siguen más núcleos de infraviviendas. como las sesenta chabolas de las familias gitanas de Tres Ojos. Algunos núcleos han desaparecido ya, al ser expropiadas las viviendas. Las viviendas ocupadas por capas medias, muy variablemente extendidas a lo largo de la franja del Plan. Son desde bloques de tres plantas hasta chalets de una o dos plantas con jardín, que gozan de una cierta urbanizacion y de los servicios mínimos. Citemos, por ejemplo, los chalets de los números impares. 231 al 265. de Arturo Soria, muy degradados o incluso abandonados; la colonia de los Carteros, al sur del parque de las Avenidas la ampliación del barrio de la Concepción, construído por Banús, con una altísima densidad de población (más de 2.000 habitantes por hectárea), la colonia de los Parques, las de Iturbe y Fuente del Berro, ocupadas por una población envejecida.

Las grandes urbanizaciones de clase media alta y alta, como puedan ser las promociones del Pinar de Chamartín, con pisos entre cuatro y catorce millones; el parque de las Avenidas, bloques de hasta de diez plantas, con todos los servicios urbanos, y el complejo del barrio La Estrella, en la prolongación de O'Donnell. Las diferentes zonas industriales, de las que la más importante es la concentración de Atocha, Delicias. Embajadores, donde la Renfe es la gran propietaria, con unas 150 hectáreas de suelo. ocupadas en buena parte por las estaciones de Atocha y Delicias. La zona industrial y de servicios de la calle Fernández Shaw, la zona de «industria limpia», entre el parque de las Avenidas y la. autopista de Barajas, que cuenta, también, con edificios de grandes empresas de tecnología avanzada, como NCR, Philips. Y ya en el Norte, una zona ocupada por almacenes de industrias de la construcción. como Construcciones y Contratas. de maquinaria. o de textil.

Existen también algunas pequeñas zonas específicas. como la ocupada por los conventos de las Reparadoras y otras instituciones religiosas, o las instalaciones deportivas del Club de Tenis Chamartín.

Futuros cambios

Todas estas diferentes tipologías han sido tenidas en cuenta a la hora de cambiar los usos del suelo afectado. El informe destaca el claro favoritismo hacia los grandes y medianos propietarios de suelo y el oscuro destino de los barrios más pobres. Los sistemas utilizados serán tres: compensación, expropiación y cesión de viales.El primero deja abierto totalmente el camino a la iniciativa privada. Los propietarios del suelo urbanizan a su cargo y luego construyen directamente, con lo que el beneficio queda en sus manos. Este sistema les interesa sobre todo a los grandes propietarios, que cuando poseen el sesenta por ciento del terreno del polígono pueden expropiar, incluso a los restantes propietarios, en caso que éstos no acepten formar parte de la Junta de Compensación. El procedimiento se presta a todo tipo de contactos entre el gran capital y la Administración. El más fácil acceso a la información de los organismos públicos permite a los propietarios conocer las líneas del plan a tiempo para proceder a la compra de los terrenos necesarios.

Este sistema se aplicará a la mayoría de los terrenos hoy concentrados en pocas manos. Los afectados serán los posibles inquilinos existentes, que pueden verse obligados a desalojar sus domicilios mediante el pago de una indemnización.

El sistema de expropiación consiste en que la Administración desaloja de sus terrenos a los propietarios, indemnizándoles. Si luego se construye o se realizan obras. la plusvalía generada queda en manos de los expropiadores. El sistema se utiliza generalmente en aquellas zonas en las que el terreno está dividido en parcelas muy pequeñas y donde ninguno de los propietarios tiene poder económico suficiente para urbanizar por su cuenta. En el caso de la avenida de La Paz. este sistema se aplicará (de hecho se está aplicando ya) justamente en los barrios más pobres,

El sistema de cesión de viales es el ejemplo más claro de la colaboración entre Administración y la iniciativa privada. Los segundos ceden a los organismos oficiales los terrenos destinados a los urbanizan y condicionan, y luego pasan a cobrar el importe de las obras. La plusvalía generada al revalorizar los terrenos queda en manos de los propietarios, que se han quedado con las parcelas donde se construirán, o ya están construidas, las viviendas.

Si el Plan se va realizando según las previsiones. unas 22.000 personas de las 72.000 que habitan la franja tendrán que abandonar sus barrios.

La gran mayoría de los afectados serán de las zonas de infravivienda. En cambio, se calcula en unas 54.000 viviendas nuevas a edificar, lo que significa una población de 280.000 habitantes.

El presupuesto destinado por el Ministerio para construir la autopista es de 4.016 millones, desglosado en 763,1 para el tramo Manoteras-María de Molina, 521,1 para María de Molina-O'Donnell, 273,3 de O'Donnell a puente Tres Ojos, y 488,7 de aquí hasta el Nudo Sur. Por su parte, el Ayuntamiento gastará otros 4.011 millones en indemnizaciones a expropiados y urbanizaciones.

Esta inversión pública propiciará una operación inmobiliaria en la que la iniciativa privada pondrá en circulación unos 324.000 millones de pesetas. De ellos, unos 110.000 millones se destinarán a la construcción e infraestructura de los edificios, unos 81.000 millones son el precio de los cambios de propiedad del suelo, 42.000 millones serán los beneficios del capital financiero y 94.000 millones los beneficios de inmobiliarias y promotoras. Según el informe, estas cifras económicas se han obtenido de cuatro folletos informativo-publicitarios de otras tantas inmobiliarias que actúan en la zona.

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