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Regresó del exilio José Mata, destacado militante de UGT

Unas mil personas recibieron ayer, en la estación madrileña de Chamartín, al militante de UGT José Mata, que llegó de Barcelona, a las 7.10 de la tarde, procedente del exilio en Francia, donde se encontraba desde 1948. Entre los que esperaban se encontraban Felipe González, secretario general del PSOE; Nicolás Redondo, secretario general de la UGT, y Alfonso Guerra, así como otros destacados dirigentes de las dos organizaciones.Al descender del tren, entre los abrazos de los dirigentes y de los antiguos compañeros del recién llegado, Mata declaró que viene dispuesto a luchar por sus ideales mientras viva. Añadió que, como patriota que es, siente los problemas de España y trabajará por que se solucionen.

Los congregados para el recibimiento portaban pancartas y banderas con diversas frases de bienvenida y alusivas a la UGT y al PSOE. Antes y después de la llegada, se produjeron diversos gritos, entre los que predominó el de Mata, Mata, al llegar el tren. En un momento se empezó a gritar España, mañana, será republicana, frase que fue acallada por los siseos que partieron fundamentalmente de los dirigentes que presidían la recepción.

También se levantó frecuentemente el puño en alto y se gritó Mata, guerrillero, socialista obrero. En el andén de enfrente observaba, sin intervenir en ningún momento, un pequeño destacamento de policías armados, que siguieron discretamente a la comitiva que, desde el andén donde llegó el tren, se dirigió hasta el aparcamiento, donde el recién llegado y los dirigentes que le acompañaban subieron al automóvil que les sacó del lugar. Posteriormente, a las diez de la noche, los militantes de UGT celebraron una cena de hermandad con el recién llegado.

José Mata, minero e hijo de mineros, militó en la UGT desde los dieciséis años, y en el PSOE desde los veinte. Durante la guerra civil fue comandante del Ejército republicano. Al tomar Asturias las tropas del general Franco en 1937, se refugió en las montañas, donde actuó en la guerrilla hasta 1948, año en que salió hacia San Juan de Luz, junto a otros treinta guerrilleros, en una operación de rescate organizada por Indalecio Prieto.

Desde entonces vivió en Toulouse. Fue minero durante doce años en Francia, donde totalizó veintisiete años de exilio. Había solicitado su pasaporte el 3 de marzo pasado, y hasta ahora no le fue concedido.

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