El empresariado español, interesado en soluciones a corto plazo

Las soluciones monetarias a la inflación, la defensa de la empresa, las nacionalizaciones y la autogestión, fueron ayer los temas básicos de la Semana Económica Internacional, que organiza el Grupo Mundo. Aunque Miguel Boyer, economista y militante del PSOE, no expuso el programa económico de su partido, con ánimo de proselitismo -sino porque estima que los empresarios españoles deben conocer las alternativas que se les ofrecen- el público asistente a las Jornadas, el empresariado del país, mostró más interés por las soluciones a corto plazo que por los programas de reformas económicas de los distintos partidos políticos.«Nos preocupa la productividad y solucionar los problemas ahora». Frases como esta se oyeron en el coloquio que siguió a las intervenciones de Miguel Boyer y de José Terceiro, éste último, profesor de Estructura Económica de la Universidad Complutense, quien habló de los grupos de presión y su influencia en la economía del país.

Para Miguel Boyer, la actitud de los comunistas, que propugnan prudencia ante las nacionalizaciones, «se ha pasado algo de rosca, con riesgo de perder credibilidad», pero obedece a una estrategia muy comprensible: el PCE no se está jugando nacionalizar tal sector o tal empresa, sino su posibilidad de participar en el desarrollo político saliendo de las catacumbas.

Desde perspectivas diferentes, Nicholas Kaldor y Rafael Cabello de Alba, expusieron la necesidad de controlar la inflación en las economías occidentales. Kaldor, profesor en la London School of Economics, dijo que es casi imposible! explicar por qué se produjo una explosión de salarios en todo el mundo a finales de la década de los 60 y principios de los años 70. Existe una razón que atribuye este fenómeno a una inflación de la demanda en Estados Unidos debido a, la guerra de Vietnam, que se propagó a otros países. Pero esta explicación no convence del todo al economista húngaro. «Creo que es más cierta la explicación de la OCDE, que considera causa básica de la inflación el aumento de la virulencia en la lucha sindical». Como solución al problema inflacionista, Kaldor propuso la necesidad de reforzar el mecanismo de ajuste entre oferta y demanda de los productos primarios, para lo cual deben intervenir los Gobiernos.

Rafael Cabello de Alba, ex ministro de Hacienda, tras un apoyo rotundo al empresario, señaló cuatro acciones en la agenda empresarial para enfrentar el momento actual de la economía española: afianzar una mayor estabilidad; ganar: las libertades económicas de la empresa y asegurar una competencia activa y viable; transferir responsabilidades a la empresa para que pueda y deba competir y enfrentarse a una necesaria reconversión industrial.